Si bien su plan actual es jugar al menos dos años más, Aaron Rodgers pensó que había jugado su último intento en la NFL después de romperse el tendón de Aquiles en la Semana 1 de la temporada 2023.
Rodgers reveló recientemente que no creía que sería capaz de superar una lesión que ha acabado con la carrera de varios atletas destacados. Rodgers calificó su debut con los New York Jets como “una de las noches más desgarradoras de mi vida”, ya que su temporada terminó después de sólo cuatro jugadas.
“Realmente estaba pensando: ‘Esto es todo’. No regresas de esta lesión’”, dijo Rodgers recientemente en el podcast “I Can Fly”, vía ESPN.
Sin embargo, el temor de Rodgers de que su carrera hubiera terminado no duró mucho. Rodgers comenzó a cambiar su mentalidad hacia un regreso el día después de su lesión, cuando él y varios amigos cercanos volaron de regreso a su casa en California.
Ese día, Rodgers pidió un favor a sus amigos.
“Dije: ‘Necesito ayuda. Esto va a ser realmente duro. Sólo necesito que todos ustedes estén ahí para mí en los días difíciles cuando dejo de creer que es posible’”, recordó Rodgers. “Es difícil pedir ayuda”.
Dado lo que ocurrió en los meses siguientes, los amigos de Rodgers cumplieron. El cuatro veces MVP de la liga tuvo una recuperación nada menos que increíble. De hecho, volvió a practicar a finales de año y probablemente habría vuelto a jugar si los Jets todavía hubieran estado en la contienda por la postemporada.
A pesar de lo difícil que fue la noche de la lesión, Rodgers dijo que la lesión y la recuperación posterior lo ayudaron a convertirse en una mejor versión de sí mismo. Rodgers se propuso dar crédito a todos los que lo ayudaron en el camino, refiriéndose a ellos como “ángeles increíbles”.
Rodgers, quien reconoció durante la entrevista que era considerado el compañero de fórmula de Robert F. Kennedy en las próximas elecciones, habló elogiosamente sobre su entusiasmo por volver a jugar, menos de un año después de pensar que su carrera podría haber terminado.
“Me encanta jugar”, dijo. “Me volví a enamorar del juego (después de unirme a los Jets) y luego lo perdí después de cuatro jugadas. Extrañaba que me sacaran, me encanta competir.
“El fútbol es mi lugar feliz. Ahí es donde siento que tengo mayor control de mi capacidad atlética. Me lo perdí el año pasado, realmente lo extrañé mucho. Mi corazón estaba roto. Estoy emocionado de salir al campo una vez más y, no a vida o muerte, ir a la batalla con mis muchachos”.
