Para la mayoría, la colaboración entre la NASA y la Iglesia católica puede parecer una alianza inusual y, sin embargo, es una realidad. La NASA ha recurrido a un experto del Vaticano para avanzar en una misión que parecía haber llegado a un callejón sin salida.
La nave espacial Osiris-Rex, lanzada en 2016, lleva a cabo una de las misiones más desafiantes: recolectar muestras del asteroide Bennu. Después de obtener aproximadamente un vaso de material en 2020, la nave, en su trayectoria de regreso a la Tierra, presentó un desafío: analizar la porosidad y densidad de las muestras recolectadas para desentrañar los secretos de las rocas del asteroide.
La necesidad de un instrumento específico, un picnómetro, llevó a Andrew Ryan, líder del grupo de análisis de muestras de la misión, a explorar múltiples vías comerciales. Sin embargo, ninguna empresa estaba dispuesta a realizar un diseño personalizado.
Aquí es donde entra en juego un sacerdote experto en meteoritos. Según informes Mashable, Ryan, consciente de la experiencia del hermano Macke, le pidió su colaboración. Es el conservador de la colección de meteoritos del Vaticano, que dejará Castel Gandolfo para ir a Houston.
El Vaticano cuenta con una gran colección de meteoritos y un observatorio desde el siglo XVI.
Pocos saben que el Vaticano ha participado activamente en la investigación astronómica desde el siglo XVI. El Observatorio Vaticano, también conocido como el Especola Vaticana, Tiene su sede principal en el Palacio de los Papas en Castel Gandolfo, Italia..
---Sin embargo, debido a la contaminación lumínica en esa zona, las operaciones de observación astronómica se trasladaron al Monte Graham en Arizona, Estados Unidos, en la década de 1990. Allí, el Observatorio Vaticano cogestiona y utiliza el Telescopio de Tecnología Avanzada del Vaticano (VATT, Telescopio de Tecnología Avanzada).
“Estamos tratando de responder algunas preguntas básicas”, señaló el hermano Macke en un video anterior en su canal de YouTube: “¿Existe más de un tipo de roca? ¿O son todos del mismo tipo?
Este es un claro ejemplo de cómo la colaboración interdisciplinar puede resultar muy útil. La NASA, entidad emblemática de la investigación espacial, y el Vaticano, bastión de la fe, han demostrado que, unidos con un objetivo común, pueden hacer avanzar la frontera del conocimiento humano.
Con el dispositivo entregado al Centro Espacial Johnson de la NASA y el análisis pendiente, el mundo espera ansiosamente resultados que seguramente cambiarán nuestra comprensión del cosmos. Y todo gracias a un astrónomo vestido con hábito.
