Los turistas espaciales experimentan algunos de los mismos cambios corporales que los astronautas que pasan meses en órbita, según nuevos estudios publicados el martes.
La mayoría de esos cambios volvieron a la normalidad una vez que los turistas regresaron a la Tierra, informaron los investigadores.
La investigación sobre cuatro turistas espaciales forma parte de una serie de estudios sobre los efectos de los viajes espaciales sobre la salud, hasta el nivel molecular. Los investigadores dijeron que los resultados dan una imagen más clara de cómo las personas que no pasan por años de entrenamiento como astronautas se adaptan a la ingravidez y la radiación espacial.
“Esto nos permitirá estar mejor preparados cuando enviemos humanos al espacio por cualquier motivo”, dijo Allen Liu, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Michigan que no participó en la investigación.
La NASA y otros han estudiado durante mucho tiempo los efectos de los viajes espaciales en los astronautas, incluidos los residentes de la Estación Espacial Internacional que pasan largos períodos en órbita, pero se ha prestado menos atención a los turistas espaciales. La primera visita turística a la estación espacial tuvo lugar en 2001 y las oportunidades de viajes espaciales privados se han ampliado en los últimos años.
Un vuelo chárter de tres días en 2021 brindó a los investigadores la oportunidad de examinar qué tan rápido el cuerpo reacciona y se adapta a los vuelos espaciales, dijo Susan Bailey, experta en radiación de la Universidad Estatal de Colorado que participó en la investigación.
Durante su estancia en el espacio, los cuatro pasajeros del vuelo de SpaceX, bautizado como Inspiration4, recogieron muestras de sangre, saliva y piel, entre otras. Los investigadores analizaron las muestras y descubrieron cambios de gran alcance en las células y el sistema inmunológico. La mayoría de estos cambios se estabilizaron en los meses posteriores al regreso de los cuatro a casa, y los investigadores concluyeron que los vuelos espaciales de corta duración no planteaban riesgos significativos para la salud.
“Esta es la primera vez que realizamos un examen célula por célula de una tripulación espacial”, dijo Chris Mason, investigador y coautor del estudio, que trabaja en Weill Cornell Medicine.
Los estudios, que fueron publicados el martes en la revista Nature y ahora forman parte de una base de datos, incluyen el impacto de los vuelos espaciales en la piel, los riñones y el sistema inmunológico. Los resultados podrían ayudar a los investigadores a encontrar formas de contrarrestar los efectos negativos de los viajes espaciales, dijo Afshin Beheshti, investigador del Instituto de Ciencias Espaciales Blue Marble que participó en la investigación.
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La videoperiodista de AP Mary Conlon contribuyó desde Nueva York.
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