Instituto Teguaneque- Conectividad Míntica
Foto: El Espectador – GUSTAVO TORRIJOS
Desde hace más de un año, en Colombia se estableció como ley que Internet es un servicio público esencial: es decir, se reconoce como esencial para el desarrollo de una persona y, por lo tanto, el Estado debe garantizarlo para toda la población. población.
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En otras palabras, al menos en el papel, en Colombia internet debería ser más un derecho que un privilegio. Pero los datos muestran que esto todavía es algo poco realista.
En entrevista con El espectador, la ministra de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (Mintic), Sandra Urrutia, aseguró que el desafío de la conectividad es enorme. Cifras que maneja la cartera muestran que solo el 60% de los colombianos están conectados, mientras que en las zonas rurales y apartadas este indicador se reduce al 28,9%; lo que indica que más del 70% de los colombianos en estos lugares están desconectados.
A este panorama hay que sumar que la medición de la brecha digital no se limita solo a saber si hay conexión a Internet, sino que incluye otros componentes, como el acceso a tecnologías que permitan esta apropiación (computadoras, celulares, tabletas… ), además de los conocimientos para su pleno disfrute y uso (que sepan manejar estos dispositivos y sacarles provecho).
El acceso a las tecnologías de la comunicación ha demostrado ser la clave del desarrollo y la competitividad, y esto no debe excluir a las poblaciones rurales. Más aún cuando sabemos que estar conectado y acceder a servicios en línea es uno de los marcadores que determina el panorama de pobreza multidimensional de una persona o familia.
El ministro Urrutia considera muy importante cerrar estas brechas en Colombia y, en efecto, que el acceso a Internet se convierta en un derecho. “Nos comprometimos a pasar del 60% al 85% en conectividad. Para ello avanzamos en una estrategia que tiene dos enfoques. La primera se concentra en esa Colombia donde hay conectividad, acceso y conocimiento, pero donde hay que mejorar la apropiación; es decir, que las personas sepan que la conexión a Internet les da la posibilidad de estudiar, conocer otras partes del mundo, programar, hablar de inteligencia artificial, “blockchain” y demás temas que están revolucionando el mundo; la segunda se enfoca en esa Colombia profunda, donde definitivamente no llegó el mercado, pero hay una población importante esperando que llegue el Estado”, detalla.
Al respecto, hay que recordar que, en el gobierno de Iván Duque, Colombia utilizó la estrategia de los centros digitales, que son nodos de conectividad que llegan a zonas rurales y apartadas (de hecho, ya están en todos los municipios del país). , donde se instalan puntos de conexión a internet gratuitos, que cuentan con un alcance de acceso wifi de hasta 100 metros a la redonda.
Vale recordar que este programa estuvo a punto de morir, luego de que la mitad del contrato se paralizara por la pérdida de recursos y la falta de ejecución por parte del sindicato temporal Centros Poblados. En medio del escándalo, Karen Abudinen, exministra de TIC, renunció luego de aprobar una moción de censura en el Congreso. Al final, el programa se tiñó de un sabor bien conocido en Colombia: una mezcla de corrupción e incapacidad de gestión y ejecución.
Pese a ello, el proyecto continúa y la porción del enorme contrato que hoy quedó huérfano es ejecutada por una alianza entre ETB y Skynet (la otra parte está en manos de Claro). Estas empresas no solo deben instalar los centros, sino también garantizar su funcionamiento durante 10 años.
Urrutia dijo que su ministerio velará por la correcta ejecución de los contratos que rodean a estos centros digitales, pero que en el gobierno de Gustavo Petro la propuesta gubernamental será diferente, ya que se enfocará en la promoción de pequeños operadores que estarán a cargo de desplegar la red en áreas remotas.
El plan fue anunciado hace unos días por el presidente Petro y generó diversas interpretaciones en la opinión pública, pues algunos entendieron sus palabras como que las propias comunidades, sin conocimientos técnicos, serán las que conectarán los cables para llevar el internet a sus hogares. ; pero ese no es el plan.
---Según el ministro, se trata de que el Estado reconozca el esfuerzo que realizan los pequeños operadores en estas regiones. Se refiere a pequeñas empresas que tienen potencial para extender la red y llegar a aquellas zonas de difícil acceso donde los grandes operadores no lo han hecho, porque no representa un negocio para ellos.
Es importante trabajar en coordinación con operadores que ya tienen cierto rol en el país, como WOM, para ayudar a reducir la brecha digital.
En entrevista con este medio, Faihan Alfayez, vicepresidente corporativo de WOM, dijo que “desde el Gobierno y los entes reguladores es necesario evaluar aspectos como optimizar el uso del espectro, definir precios del espectro en línea con el promedio regional , agilizando los permisos de instalación para apoyar los planes de infraestructura de los operadores y simplificar los requisitos para el despliegue de la red. Lo anterior, con el fin de generar una cobertura acorde a los estándares internacionales, y además favorecer un despliegue rápido y eficiente por parte de los operadores.
Además, reconoce que el Ministerio TIC es consciente de la necesidad del país de nivelar los precios del espectro en relación con el resto de América Latina. Esto implica un paso inteligente para incentivar la inversión de las empresas en el mercado de las telecomunicaciones, lo que a su vez se traduce en más oportunidades para extender la red en el país y mejorar su calidad.
La conectividad es solo la punta del iceberg
A pesar de lo ambiciosos que puedan parecer estos proyectos, lo cierto es que lograrlos es solo el punto de partida para muchos otros desafíos tecnológicos que debe enfrentar el país. En tiempos en que se habla de grandes reformas, como la laboral, previsional y de salud, lo cierto es que en la cartera TIC recae un gran peso que muchos no ven: garantizar la infraestructura digital que necesitará Colombia para desarrollar su potencial productivo. y competitivo en los próximos años.
En entrevista con El espectadorel director ejecutivo de Alianza In, José Daniel López, reconoció la capacidad técnica y el liderazgo de la ministra Urrutia en su gestión, a quien califica como “una interlocutora sensata que no busca ganarse a los gremios, sino que se esfuerza por tener una relación constante con ellos, que es algo muy valioso”.
Aunque esto no quiere decir que su gremio esté de acuerdo con todo lo propuesto por la cartera TIC, López cree que hay posibilidades de diálogo y acuerdo en el gobierno de Gustavo Petro.
Ante la pregunta de cuáles son los principales temas que se deben abordar en esta gestión, el director de Alianza In considera importante que se avance en la regulación de las solicitudes de movilidad, que la reforma laboral incluya las plataformas y respete a los trabajadores, y asegure el carácter de negocio; que el Plan Nacional de Desarrollo y la reforma sanitaria brinden oportunidades para el uso preventivo de las tecnologías y regulen los criptoactivos y el crédito digital.
En un mundo donde cada vez aparecen más nuevas tecnologías (metaverso y auge de la inteligencia artificial), López también cree importante que el Congreso se anticipe y cree reglas generales del juego, que no necesariamente tienen que entrar en detalles o particularidades ( para que no se conviertan en camisas de fuerza que limiten su desarrollo), pero sí definen unas reglas de juego que dan seguridad jurídica a las empresas y consumidores que quieran invertir en ellas.
A todo esto se suma la formación de la mano de obra colombiana en habilidades de la industria 4.0, como programación, análisis de datos y seguridad informática, entre otras habilidades y profesiones. En todo el mundo existe un déficit considerable de estos talentos, por lo que las grandes empresas tecnológicas están pagando millones para atraer a quienes se han formado en estas áreas, entre ellos una gran cantidad de colombianos.
Para que el país repunte en este ámbito, es necesario que su fuerza laboral esté capacitada en estos temas. Con el apoyo del SENA y el Ministerio del Trabajo, la cartera TIC tiene como meta capacitar a un millón de colombianos en estas habilidades.
“La ventaja del sector TIC es que no se requiere una carrera de cuatro años, pero hay algunos cursos certificados que le dan a nuestros colombianos estas habilidades iniciales para que podamos soñar con hacer trabajos de desarrollo de software, creación de videojuegos y software de seguridad digital. ‘, que es tan importante”, concluyó el ministro.
En definitiva, Colombia aún tiene un largo camino por recorrer para desarrollar su potencial TIC, que sin duda será un eje transversal que acompañará a otras disciplinas e industrias. Reconocer la realidad del mercado y del país, así como trabajar en equipo, serán las claves para ejecutar un plan exitoso en este ámbito. Y todo esto unido a una correcta ejecución de las iniciativas, ya que en el país abundan los diagnósticos y análisis, pero siempre parecemos quedarnos cortos en la gestión.