En 2015, en el parque Masai Mara de Kenia, se tomó una de las fotografías más formidables de los últimos 10 años. Ese año, el famoso fotógrafo neozelandés David Lloyd capturó en la selva de Kenia a una leona, reina de las tierras africanas, completamente cubierta de barro tras una cacería, con unos ojos de fuego penetrantes y ardientes que contrastaban con su aspecto feroz.
Según los especialistas, obtener una fotografía así, captada a la luz de las praderas africanas y el sol naciente, requirió mucha habilidad, nervios de acero, mucha imaginación y, sobre todo, mucha paciencia. La fotografía, denominada “Mud Monster”, además de ser un regalo invaluable para los amantes de la vida silvestre, fue galardonada con el premio a la Mejor Fotografía de Mamíferos en el Concurso Europeo de Fotografía 2017.
El fotógrafo David Lloyd recordará que tomó la imagen después de que una manada de leones terminara en un agujero de barro, tras perseguir y derribar a un búfalo. El agujero era profundo y estaba cubierto de hierba alta, lo que hacía difícil verlos en ángulo.
“Pero una leona que estaba en lo profundo del hoyo de vez en cuando miraba hacia arriba; Todo lo que quería era que mirara en mi dirección. Ya había reconocido la negrura de la capa de barro contra sus ojos amarillos. Por suerte, pude cruzar el césped y tomar la foto”.
El propio David Lloyd, para demostrar que esa imagen no había sido casualidad, volvería a impactar al año siguiente con otra fotografía de dos leones llamada “Bond of Brothers”. Tomada en las selvas de Tanzania, esta imagen, que ganaría el premio del público en la edición 2018 de Fotógrafo de vida silvestre del año, muestra a un par de leones, posiblemente hermanos, que aparecen frotándose fraternalmente sus cabezas peludas.
“Los leones son retratados como cazadores agresivos y depredadores gruñones. Por supuesto, los leones son depredadores, ellos también tienen que sobrevivir, pero aquí profundizamos en una comprensión más profunda de su naturaleza de una manera muy conmovedora, comentó.
“Estos dos felinos machos adultos, probablemente hermanos, se saludaron y frotaron la cara durante treinta segundos o más antes de sentarse. “La mayoría de las personas nunca tienen la oportunidad de presenciar tal sensibilidad animal, así que espero que capturar este momento haga que la experiencia esté disponible para que más personas la vean”, añadió.
Concluyó su reflexión expresando que: “Estoy muy feliz de que esta imagen haya funcionado bien, porque ilustra la emoción y el sentimiento de los animales. “Es algo que creo que más gente necesita saber por el bien de todos los animales”.
