La alimentación es decisiva para tener una vida saludable. Según la Clínica Mayo, entidad sin fines de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, se deben incluir comidas ricas en vitaminas y minerales para cuidar el corazón. “Las verduras y frutas, al igual que otras plantas o alimentos vegetales, contienen sustancias que pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares”, apunta.
Estas frutas también tienen efectos positivos sobre el cerebro. Esto se debe a su riqueza en ácidos omega-3 y a su importante concentración de antioxidantes.
Además, son ricos en ácidos grasos poliinsaturados, que también desempeñan un papel positivo en la neurogénesis. Una de las principales conclusiones del citado análisis es que incluir un consumo diario moderado de algunos frutos secos en la dieta saludable de los adultos podría tener efectos beneficiosos sobre su función cognitiva. Sin embargo, se requieren más estudios para respaldar aún más los resultados de los análisis realizados hasta la fecha.
Estos alimentos son una fuente importante de ácidos grasos omega-3, los cuales según la evidencia científica se ha determinado que ayudan a reducir el riesgo de deterioro cognitivo, incluida la enfermedad de Alzheimer (EA).
En el análisis “Contribución de los ácidos grasos omega-3 a la memoria y la función cognitiva”, el Los investigadores dicen que los estudios realizados hasta la fecha han demostrado el papel protector de los ácidos grasos omega-3 en el deterioro cognitivo leve, la demencia y el riesgo y la progresión de la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores.
Aunque no está claro cuál es el mecanismo de acción de los ácidos grasos omega-3 sobre la cognición, lo cierto es que su ingesta regular acaba siendo un aliado del cerebro y la memoria.
