Este es el daño que le causas a tu cuerpo al tomar antihistamínicos con frecuencia.

Este es el daño que le causas a tu cuerpo al tomar antihistamínicos con frecuencia.
Este es el daño que le causas a tu cuerpo al tomar antihistamínicos con frecuencia.

Mujer sostiene tablet con pastillas de loratadina a punto de ser tratada por una alergia (Imagen ilustrativa Infobae)

El uso frecuente de antihistamínicoscomúnmente utilizado para aliviar los síntomas de alergias como estornudos, picazón, ojos llorosos y congestión nasal, puede traer consigo diversos efectos secundarios y riesgos si no se maneja adecuadamente. Estos medicamentos, Aunque son eficaces a corto plazo, pueden causar importantes daños a la salud cuando se consumen de forma regular o sin prescripción médica.

Los antihistamínicos son medicamentos que bloquean la acción de la histamina, una sustancia química del cuerpo que se libera durante un reacción alérgica. La histamina se une a los receptores de los vasos sanguíneos, provocando inflamación y otros síntomas de alergia. Al bloquear esta unión, los antihistamínicos pueden reducir la intensidad de los síntomas alérgicos.

Hay dos generaciones principales de antihistamínicos. Los medicamentos de primera generación, como la difenhidramina (Benadryl) y la clorfeniramina, son conocidos por sus efectos sedantes. Los medicamentos de segunda generación, como la loratadina (Claritin) y la cetirizina (Zyrtec), tienen menos capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica y, por tanto, provocan menos somnolencia.

El uso ocasional de antihistamínicos suele ser seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, incluso a corto plazo pueden aparecer efectos secundarios. Los más comunes incluyen somnolencia, fatiga, mareos, visión borrosa, sequedad de boca y garganta, aumento del apetito y aumento de peso. Para los antihistamínicos de primera generación, la sedación es uno de los efectos más evidentes, que puede afectar la capacidad para realizar tareas que requieren atención y concentración, como conducir u operar maquinaria pesada.

Reacción alérgica al polvo en una foto de mujer: (Gettyimages)

El uso crónico de antihistamínicos puede tener consecuencias para la salud más graves. La dependencia psicológica es una posibilidad cuando se utilizan para inducir el sueño debido a sus efectos sedantes. Además, el abuso de estos medicamentos puede llevar a una reducción de la eficacia con el tiempo, lo que significa que se necesitarán dosis más altas para obtener el mismo efecto, aumentando así el riesgo de efectos adversos.

Algunos estudios sugieren que el uso prolongado de antihistamínicos, en particular los antihistamínicos de primera generación, puede estar asociado con el deterioro cognitivo y la demencia en las personas mayores. La capacidad de estos medicamentos para cruzar la barrera hematoencefálica y su acción sobre los receptores del cerebro pueden afectar negativamente a la memoria y otras funciones cognitivas con el tiempo.

Algunos antihistamínicos pueden tener efectos secundarios cardiovasculares graves. Por ejemplo, se han reportado casos de arritmias y otros problemas cardíacos con el uso excesivo de ciertos antihistamínicos de segunda generación. Las personas con enfermedades cardíacas preexistentes deben tener especial cuidado y consultar siempre con un médico antes de utilizar estos medicamentos.

El uso frecuente de antihistamínicos también puede provocar interacciones con otros medicamentos, ya sea aumentando la acción de otros fármacos o disminuyendo su eficacia. Por ejemplo, pueden interactuar con medicamentos para la presión arterial alta, antidepresivos y otros medicamentos que también tienen efectos sedantes, lo que aumenta el riesgo de efectos adversos graves.

Un médico atiende a un paciente con alergias- (Imagen ilustrativa Infobae).

Otro daño potencial incluye problemas para orinar, especialmente en hombres con hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata). Los antihistamínicos pueden provocar retención urinaria, lo que puede provocar infecciones del tracto urinario y otras complicaciones.

El uso regular de antihistamínicos para ayudar a dormir puede provocar una alteración del ciclo del sueño. Aunque estos medicamentos pueden inducir somnolencia, no promueven las fases más profundas y reparadoras del sueño, lo que puede provocar sensación de fatiga y somnolencia diurna persistente.

Para minimizar los riesgos asociados al uso de antihistamínicos, es fundamental seguir estos consejos:

  1. Uso ocasional y necesario: Limitar el uso de antihistamínicos a situaciones en las que realmente sean necesarios y evitar el uso diario prolongado.
  2. Consultar al médico: Siempre es recomendable buscar consejo médico antes de iniciar cualquier tratamiento, especialmente en caso de condiciones preexistentes o uso de otros medicamentos.
  3. Preferencia por antihistamínicos de segunda generación: opte por antihistamínicos de segunda generación para minimizar la sedación y otros efectos adversos.
  4. Evite la autoadministración: no utilice antihistamínicos como solución rápida para el insomnio de forma regular.

El uso de antihistamínicos puede ser un valioso aliado para combatir las alergias, pero como todos los medicamentos, deben manejarse con cuidado y bajo supervisión médica para evitar daños a la salud a largo plazo.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

NEXT Estos 5 signos del zodiaco serán bendecidos con plenitud emocional y espiritual a partir de HOY 16 de junio, según el Tarot – .