En 2013, Viviana Canosa Se convirtió en madre por primera vez de su hija Martina, fruto de su relación con el arquitecto y periodista Alejandro Borensztein. Más allá del alto perfil mediático que tiene la locutora de radio, no es muy adepta a mostrar a la niña en sus redes sociales. Sin embargo, en determinadas ocasiones rompió el secretismo y reveló a su heredero, quien en unas semanas cumplirá 11 años.
En las pocas publicaciones donde Viviana Canosa compartió imágenes de su hija, quedó claro que su sucesora cada vez es más grande y más parecida físicamente a ella, son casi dos gotas de agua. Martina siempre fue tímida y reticente a tomar fotografías y aparecer frente a la cámara, sin embargo, ahora eso cambió y así lo demostró la expresentadora de LN+. La nieta de Tato Bores debutó como influencer y su madre no ocultó su felicidad.
La escritora subió dos historias a su cuenta de Instagram, donde la siguen más de 871 mil seguidores, y las compartió con sus fans. el debut de su hija en las redes sociales como influencer de una reconocida marca de ropa femenina y masculina para jóvenes y adolescentes. En uno de los videos que publicó se podía ver a la niña mientras promocionaba la tienda de ropa.; en la otra publicación, Viviana Canosa comentó: “Amor (amor)”, junto con un emoji de corazón.
Viviana Canosa y su divorcio con Alejandro Borensztein
Viviana Canosa y Alejandro Borensztein vivieron el inicio de su romance en completo silencio y anonimato. En 2012, cuando llevaban mucho tiempo juntos, solo blanquearon públicamente la relación. En 2013 nació Martina, la única hija en común de la pareja, y meses después se dieron el sí. Pero en 2019 anunciaron su separación. Sin embargo, ambos mantienen un buen vínculo y suelen compartir salidas con su hija.
Hace un tiempo, la periodista habló sobre la ruptura de su matrimonio con el comunicador y contó algunos detalles: “Cuando tienes un hijo, tiene que ser la mejor versión de ti mismo. Y cuando estás triste y las cosas no van como quisieras, tienes que tomar una decisión. Cuando dije la palabra ‘divorcio’, tragué y pensé ‘No puedo creer esto’. “Fue un proceso muy largo, especialmente para mí”, dijo. Y remarcó: “Cuando las cosas no evolucionan suelo hacer todo lo posible para cambiarlas, pero esta vez no funcionó. Después de pensarlo mucho tiempo, tomé la decisión. No quiero decir que no hay amor, que no se va de la noche a la mañana. Quizás amar no sea lo mismo que estar enamorado. El amor será para siempre, para Martina”.
