El Departamento de Estado estadounidense ha elevado la alerta de viaje a Hong Kong, argumentando que sus autoridades están llevando a cabo un “ejercicio arbitrario de su legislación” tras la reciente entrada en vigor del llamado Artículo 23, que endurece la persecución de los delitos considerados contra “seguridad nacional” y penaliza en el código penal la llamada “injerencia externa” en los asuntos del territorio. “Recomendamos a nuestros ciudadanos aumentar la precaución habitual cuando viajan a la Región Administrativa Especial de Hong Kong debido a su ejercicio arbitrario de las leyes locales”, reza el anuncio publicado la noche del viernes en el sitio web del Consulado norteamericano en el territorio. Hong Kong pasa así al nivel de alerta 2, justo uno por debajo del 3 que Estados Unidos aplica a China continental y que pide a los ciudadanos norteamericanos que “reconsideren” su decisión de viajar allí por el peligro de ser objeto de “detenciones injustificadas”. En su explicación, el Consulado entiende que las autoridades de Hong Kong, completamente subordinadas al gobierno central de Pekín, “han restringido drásticamente las libertades civiles” desde la declaración de la llamada Ley de Seguridad Nacional en junio de 2020, denunciada por los críticos como una herramienta. para aplastar la disidencia y, con la ordenanza del 23 de marzo, el Artículo 23, “se espera que las autoridades de Hong Kong tomen medidas adicionales para restringir aún más las libertades civiles”. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha condenado inmediatamente la nueva alerta a través de la Oficina del Comisionado para Hong Kong, que califica la decisión como un intento de “mancillar el Estado de derecho y los derechos humanos” en el territorio. “China se opone firmemente a este tipo de manipulación política”, según el comunicado recogido por el periódico estatal chino ‘Global Times’.
