Así cubrió EL COLOMBIANO el secuestro del avión en 1973, que inspiró la nueva serie de Netflix

Así cubrió EL COLOMBIANO el secuestro del avión en 1973, que inspiró la nueva serie de Netflix
Así cubrió EL COLOMBIANO el secuestro del avión en 1973, que inspiró la nueva serie de Netflix

10/04/2024

El evento ocurrió 30 de mayo de 1973. Un nuevo secuestro aéreo ocurrió en Colombia en un período –de 1968 a 1973– considerado como La edad de oro de la piratería aérea. en el que un total de 348 aviones fueron secuestrados en todo el mundo.

Los relatos de aquella época afirmaban que más de la mitad de estos casos ocurrieron en América Latina, desde donde los aviones eran llevados a Cuba, bastión del comunismo. En Colombia se registraron 17 secuestros, pero uno de ellos logró un récord al ser el más largo del continente.

De esa historia olvidada, de la que recientemente salió un libro llamado Los condenados del aire por Massimo Di RiccoNace una miniserie de 6 episodios que se acaba de estrenar en Netflix.

Desde la producción aclaran que la serie está inspirada en hechos y personas reales, pero que algunos personajes, incidentes, lugares, diálogos y nombres son ficticios “para fines de dramatización. Con respecto a dicha ficcionalización, cualquier similitud con el nombre o personaje o historia real de cualquier persona, viva o muerta, o incidente real Se hace exclusivamente con fines dramáticos. y no pretende reflejar ningún personaje o historia real”.

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Por eso se cambian nombres, como el de la aerolínea, que en la historia real es SAM, en la ficticia es Aerobolivar y algunos nombres de personajes como el del piloto, cuyo apellido en la serie es Wilches mientras que en la vida real es Lucena. También situaciones como que en los sucesos del 73, además del piloto, había un observador de vuelo que no está en la serie, por ejemplo.

Noticia que abrió el periódico al día siguiente, 31 de mayo de 1973, con el titular: “Colombia no negocia con secuestradores”. El texto comenzaba a narrar lo que poco a poco se fue conociendo de la historia de este secuestro aéreo en el que dos personas –al principio se dijo que eran tres– tenían un avión con todos sus pasajeros como rehenes.

En esa misma edición también se narró cómo el avión Había hecho escala en Medellín para tanquearse y continuar su viaje no a Cuba sino a Aruba.pero también cómo el piloto navegó con mucha calma aquella situación: “Consciente de esta situación con voz tranquila, pero sin ocultar el nerviosismo, el piloto del HK 1274, Capitán Lucena, comunicó la escalofriante noticia a la torre de control del aeropuerto de Olaya Herrera y Guionan al pie de la letra las instrucciones de los enmascarados que le dijeron que tenía que parar en la capital serrana para reabastecerse de combustible”.

Estos eventos también se muestran en la serie, la llegada a Medellín y el tanqueo. Muchos de los pasajeros de ese vuelo tuvieron que descender en el Aeropuerto Olaya Herrera, pero no pudieron hacerlo debido a la angustia de los familiares que los esperaban.

En el relato periodístico también se conoció que en ese avión viajaba el periodista Álvaro Lloreda de El País de Cali, así como una delegación ciclista del Valle del Cauca.

“Los aviones ordenaron al piloto que, después del repostaje necesario, se embarcara en un viaje a las Antillas Holandesas, a Aruba”, continúa la historia.

La cobertura de esta noticia continuó los días 1 y 2 de junio, cuando terminó la odisea, pero también cuando varios días después uno de los secuestradores fue capturado.

Respecto a quienes cometieron este crimen, al principio no estaba clara ni la identidad de los secuestradores ni la nacionalidad porque desde el principio amenazaron a los ocupantes del avión con el rostro cubierto (en la serie solo lo cubren en algunos momentos) y los El nerviosismo de los pasajeros no les permitió identificar de dónde eran. “Es un acento como del sur de América Latina”, se lee en las historias que EL COLOMBIANO registró en sus páginas.

Luego se supo que ambos eran paraguayos, que no tenían afiliaciones políticas -como se pensó desde un principio cuando exigieron la libertad de los presos políticos en Colombia- y que eran futbolistas que no habían tenido mucha suerte en sus clubes.

En la serie quisieron ser fieles a ese punto y por eso los dos secuestradores son actores argentinos. Valentín Villafañe y Alián Devetac.

Con el paso de las horas, las exigencias de los secuestradores disminuyeron en la cantidad de dinero y la liberación de los presos. Al final solo querían el dinero y poco a poco y mientras hacían escalas en otros países, fueron liberados.

Cuando terminó la odisea, EL COLOMBIANO recreó en un mapa la ruta que siguió este avión y detalló cómo escaparon los secuestradores y luego describió la captura de uno de ellos.

“Un defecto físico provocado por el choque de una botella en el dedo índice de la mano derecha del exfutbolista Francisco Solano López fue la clave para que agentes secretos y policiales de Paraguay y Colombia establecieran la identidad y posterior captura de uno de los dos hombres que Hace diez días “realizaron la odisea de piratería más espectacular, sin precedentes en la historia de esta modalidad criminal en lo que respecta a América Latina”, escribió este diario en su portada.

EL COLOMBIANO habló con algunos de los secuestrados en este vuelo, registró con fotografías a los protagonistas y héroes de esta historia que al principio fue muy confusa, pero que se fue aclarando con el paso de los días.

en tiempos cuando No había Internet ni redes sociales., fueron la prensa y la radio las que registraron estos hechos, que también fueron difundidos de boca en boca en las calles y ciudades. Eran otros tiempos en los que la seguridad aérea también tenía falencias que con el paso de los años se fueron arreglando hasta lo que conocemos hoy.

Esta historia olvidada ahora revive gracias a la serie de netflix con una producción colombiana que quiere dar la vuelta al mundo.

 
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