El trapero, mesías de la esperanza para los marginados.

El trapero, mesías de la esperanza para los marginados.
El trapero, mesías de la esperanza para los marginados.

Las canciones que propone Manuela Buriel (Barcelona, ​​1979) no narran gestas heroicas, son canciones que asimilan el esfuerzo de los marginados por no dejarse atrapar por la tristeza de un mundo blanco y subnormal, extractivista y burgués que todo lo monetiza; Son melodías que unen la feliz resistencia de los cuerpos marginales celebrando la liturgia de una lucha de clases fundada en la alegría y el rugido atroz de las vidas subalternas. Carne Yungel artista de trap más importante e influyente del ámbito hispano, le sirve de guía.

No es necesario amar a Yung Beef, ni siquiera conocerlo, para entregarse a la historia y dejarse arrullar por él. una voz narradora que surge con la fuerza de una barricada o de una canción de amor. Porque, si algo sabe hacer Manuela Buriel es fabular al mismo tiempo la frescura de un lirio y la rabia primitiva de seres asediados por organismos represivos. El resultado es siempre un texto alucinatorio y bello que, inmerso en la realidad contemporánea, trasciende las temporalidades y habla de universales humanos y más que humanos. Aquí lo ha vuelto a hacer.

Imbuido del espíritu de trampa, es decir, salvaje como un lobo e inmensamente frágil, Esta fábula ha sido escrita desde el siglo XXII.; Vuelve al pasado para investigar la historia de un siglo XXI ya remoto y obsoleto donde vivió Yung Beef, también conocido como Dryy que ahora, seis siglos después, se ha convertido mesías de la esperanza.

[Manuela Buriel y la narrativa necesaria en 2020]

Consciente de que el presente sólo puede entenderse revisando los archivos de la memoria material y conociendo la herencia de nuestros antepasados, el narrador profundiza en el legado de Yung Beef para recopilar un compendio de sus enseñanzas. Entre la historia extraordinaria y la lírica popularestas canciones dan cuenta de algunos de los aspectos fundamentales que atraviesan nuestra vida urbana, y proponen otras formas de vincularnos con los demás que no son excluyentes ni violentas.

Así, el narrador aborda cuestiones tan urgentes como Los flujos migratorios, el racismo, el trabajo sexual, las disidencias identitarias o el sistema de castas. que, en un silencio perverso, opera en nuestras sociedades contemporáneas. Y lo hace guiado por el cuerpo y el alma de Yung Beef; sus dientes ennegrecidos, sus tatuajes faciales, su delgadez drogadicta, el uso del Auto-Tune o el descarado twerkingemergen como campos de batalla para una lucha de clases que rechaza la agresión y busca emanciparse con las armas colectivas de las liturgias mundanas que se ofician en la trampa.

Estas ‘Nueve canciones’ son el texto fundacional de una nueva mitología anticapitalista y sin castas

Las ciudades y el estatus del arte son también objeto de atención en estas nueve canciones; frente a la gentrificación, la resistencia de los inmigrantes y los grupos ruidosos, bandas de adolescentes, gatos salvajes o canciones populares; ante el trabajo precario y los salarios insuficientes, deambulando en manadas.

Manuela Buriel. Foto de : H&O

Trap, en este contexto, se concibe como un gesto elemental de resistencia civil que Yung Beef lideró con hermanos en la miseria dispuestos a no morir como esclavos lavando platos sin perspectiva de escape. Haz cualquier cosa, le dijo su madre, excepto vender tu alma.. Quizás por eso, nos dice el narrador, estuvo siempre fuera del sistema oficial de músicos y creadores, lejos del orgullo individualista. Prefería lo colectivo, prescindir de nombre propio, ser kit kat, El Seco o nadie; Prefería el descrédito a permitirse convertirse en una marca o en un organismo al que le hubieran quitado su poder subversivo.

Estos Nueve canciones para Yung Beef Son el texto fundacional de una nueva mitología anticapitalista y sin castas. Y en la cúspide de todo, la figura del artista, su cuerpo, su obra y sus milagros, como posible modelo para habitar el futuro: “ponerlo todo patas arriba para lograr el bien”. Que así sea.

 
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