Hablar de política en vísperas de elecciones es raro, solo se puede exaltar la democracia. Este ambiente es ideal para hablar de cosas intrascendentes, como algunas prendas de moda. Vamos a ver.
1. Un estudio dice eso. Es una tendencia a cuestionar el sentido común, tratado como prejuicio o estereotipo, bajo sospecha (la idea de normalidad, en general), y lleva a presentar obviedades que todos conocen como certezas, pero que ahora son oficialmente ciertas, porque ya son verdad. dice un estudio. La humanidad lo descubre por primera vez. Ejemplos: un estudio muestra que cuando suena la alarma a las 7.00 uno se deprime. A veces son sentimentales, autocompasivos, en una regresión adolescente colectiva: por qué te sientes mal si te engañan. Como si no lo supiéramos.
2. Lo haces todo mal. De la clase de artículos que pelean (por qué no deberías hacer no sé qué…), y convive extrañamente con la autocompasión que decía antes. Entrar en una concepción mecánica de la felicidad, como si se tratara de recetas o instrucciones. Proliferan los consejos para hacer todo bien. Desde cómo poner la cafetera hasta calcular las calorías del puerro. Haciendo todo eso, la vida será perfecta, y eres feliz, y le tomas fotos.
3. Citar una serie y establecer una teoría. Se da por hecho que se debe conocer una serie, entre miles que hay, y luego: hay una escena de la tercera temporada de la imprescindible Discordia (ni idea), escindir de lo inolvidable falta nebraska (ni idea) en la que Joe discute con Megan sobre las vacaciones, y es genial porque ves que están en crisis, y plantea qué modelo de pareja queremos. Sí, sí, pensemos, mientras montamos otra serie en busca del sentido de la vida.
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4. Artículos para equiparar a la burguesía (en 2023) y hacerte sentir que no eres moderno (y que no jodes con nada). Temas recurrentes: poliamor; el amor no existe, es un cuento; la gente realmente desinhibida cena desnuda, a ver si te enteras; Como mujer, tienes derecho a tirarte un pedo delante de tu pareja. Ese tipo de cosas. Debe haber mucha gente súper avanzada por ahí.
---5. Perfil de un cantante desconocido para ti, con millones de seguidores. Siempre en chándal. Te hace sentir mayor. Lo olvidas inmediatamente. No descarto que siempre sea el mismo, que cambie de chándal.
6. Micronaderías con suspenso. “Atentos a lo que le dice Manolín a Saray que deja seco vivo a Rodolfito”. A ver si pinchas, pero ya pinchaste las cien primeras allá por 2007. Ves que se siguen publicando, que se sigue cayendo alguien. Y qué tipo de persona será, con qué preocupaciones.
7. Refrito del autor. Wikipedia te permite hablar de cualquier tema (el sitio del Álamo, la sordera de Beethoven) y puede ser noticia porque la gente ya no sabe casi nada. Es muy popular la variante de los aniversarios inane (65 años de la fanta de limón). Lo hace un becario en una mañana, que pasa por experto.
8. Paridas de celebridades de nivel avanzado. Variante pop del anterior: la noche en que Rick Astley entró en un bar de carretera de Almendralejo.
9. Listas de cosas. Como esta columna, sí. Es otro artículo tonto.
Los adultos ya no transmiten certezas, la pérdida de autoridad es general, los periódicos aspiran, como mucho, a influir. Reina la frivolidad; Tienes que ver, antes los periódicos eran más aburridos y me gustaba. Ahora me lanzo a las cosas serias. Lo difícil del periodismo es lo de siempre: las noticias de última hora.
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