La protección en línea es un aspecto fundamental, especialmente cuando se trata de cuentas bancarias y datos personales.
Aunque muchos usuarios implementan medidas de seguridad adicionales, como el uso de huellas digitales o reconocimiento facial, una de las principales amenazas sigue siendo el uso de contraseñas débiles.
Las contraseñas más vulnerables: cuando lo fácil es arriesgado
A pesar de tener medidas de seguridad adicionales en dispositivos, como huellas digitales o reconocimiento facial, esto no garantiza que una cuenta sea segura si la contraseña utilizada es fácil de adivinar.
Las combinaciones simples como “123456”, “112233” o “24680” se encuentran entre las más comunes y, al mismo tiempo, las más susceptibles a ser descubiertas por un atacante.
Además de estas secuencias numéricas básicas, existen otras configuraciones igualmente riesgosas que los usuarios generalmente eligen sin considerar su vulnerabilidad.
Ellos incluyen:
- Secuencias ascendentes o descendentes: Las contraseñas como “123456” o “987654” siguen un patrón predecible, que facilita su identificación por cibercriminales.
- Datos personales: El uso de números como el hogar, el teléfono o los códigos postales representa otro riesgo. Estos datos son fáciles de obtener por alguien que tiene acceso a información básica de la persona.
- Información financiera: Los números asociados con las tarjetas de crédito o débito son objetivos frecuentes para los atacantes, ya que están directamente relacionados con la información financiera.
Este tipo de combinaciones numéricas, comúnmente vinculadas a datos personales fácilmente rastreables, Convierten contraseñas en objetivos fáciles para ataques de ingeniería social, donde los delincuentes tienen acceso no autorizado mediante el uso de información personal accesible.
Recomendaciones para crear contraseñas seguras
Si bien las contraseñas numéricas simples son un punto de entrada para los atacantes, hay prácticas que les permiten hacerlas más robustas y difíciles de adivinar.

Según el conocimiento más, ser más, seguir ciertas pautas para crear contraseñas más seguras y minimizar el riesgo de sufrir un ataque:
- Evite los patrones repetitivos: En contraseñas de cuatro dígitos, como las utilizadas para eliminar los cajeros automáticos, no es aconsejable usar combinaciones como “0000”, “1111” o “2222”, ya que son extremadamente fáciles de adivinar.
- Evitar series numéricas: Se deben evitar combinaciones como “1234”, “4567” o “2020”, ya que son secuencias previsibles que cualquier atacante podría intentar sin esfuerzo.
- No use fechas personales: Es esencial no usar datos como el día y el mes de nacimiento, los aniversarios u otros datos personales que puedan asociarse fácilmente con la persona.
- Mezclar números y letras: Para una contraseña segura, se recomienda combinar letras mayúsculas, minúsculas y números, además de incluir caracteres especiales, lo que aumenta significativamente la seguridad.
- Actualizar contraseñas regularmente: Cambiar contraseñas periódicamente ayuda a proteger la cuenta contra posibles intentos de acceso no autorizados.
Siguiendo estas recomendaciones, será mucho más difícil para los datos personales caer en manos equivocadas.
La seguridad en línea comienza con una contraseña sólida y con un poco de precaución, es posible proteger las cuentas bancarias e información personal de las amenazas más comunes.