Hola, soy la Dra. Maurie Markman, de Ciudad de la esperanzaEE.UU. En esta ocasión, comentaré brevemente un tema muy provocativo e importante relacionado con la prevención secundaria del cáncer. Es un artículo publicado en Medicina de la naturaleza cuyo sujeto es el titulado ejercicio supervisado, estructurado e individualizado de cáncer de mama metastásico.[1]
Todos sabemos que el ejercicio es importante. Ciertamente es importante para bien y en personas con enfermedades cardiovasculares; Hay datos de población que indican que aquellos que hacen ejercicio y sufren de cáncer podrían tener menos riesgo de recurrencia.
Sin embargo, este análisis concreto se basó en un ensayo controlado aleatorio donde se analizaron 357 pacientes con cáncer de mama metastásico y esperanza de vida de seis meses o más sin metástasis óseas inestables. Obviamente, no hablamos de una población en riesgo de tener un pronóstico desfavorable debido a metástasis óseas.
Se reclutaron ocho centros de estudio de cinco países europeos y Australia. Los participantes fueron aleatorizados uno por uno a la atención habitual, según la cual 179 ejercitarían ya que eligieron frente a un programa de ejercicio supervisado de nueve meses para 178 pacientes. Nuevamente, es una población aceptable que fue aleatorizada y suponemos que se estratificó adecuadamente de acuerdo con los diferentes aspectos de la enfermedad.
La conclusión fue que hubo una diferencia muy significativa con respecto al punto de vista estadístico, comparando el cambio desde el comienzo con los tres, seis (criterios de valoración principales) y nueve meses entre grupos en términos de efectos positivos significativos sobre la fatiga física, así como en la calidad de vida medida.
Una vez más, es un ensayo controlado aleatorio, por lo que es lo mejor que podemos obtener al hacer estas comparaciones. No nos referimos a la mejora en el riesgo de recurrencia; Eso es muy difícil de medir. Tampoco hablamos de supervivencia, sino de calidad de vida y fatiga, cuestiones muy importantes en el contexto metastásico y el cáncer de seno, sin duda.
-Estos son datos sólidos que indican que una intervención de costo relativamente bajo puede tener un impacto en la calidad de vida y la medición de la fatiga.
Tenemos un artículo y análisis muy interesantes de que, en mi opinión, debe discutirse en la comunidad de oncología clínica para ver cómo podemos usar este tipo de estrategias más para influir positivamente en pacientes con cáncer que tratamos.
Muchas gracias por su atención.
Este contenido traducido de la edición inglesa de Medscape.
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