La supervisión financiera de Colombia sorprendió, una vez más, aquellos que compran con una tarjeta de crédito. Emitió la Resolución 0837 de 2025 a través del cual el interés bancario actual para las modalidades de crédito de consumidores y ordinarios, el crédito productivo de una mayor cantidad, crédito productivo rural, crédito productivo urbano, crédito productivo rural popular popular y crédito popular productivo urbano.
Con esto, estableció un aumento en la tasa de usura, que determina el límite de intereses máximo que se puede cobrar por un préstamo o crédito. Registrará para mayo y tendrá un aumento de 35 puntos básicos, ya que pasará de 25.62% a 25.97% anual efectivo (EA).
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De esta manera, la entidad dirigida por César Ferrari continúa con un camino de aumentos del indicador después de haber sido con recortes durante más de 21 meses y, sin duda, marca un golpe para más del 35% de los adultos colombianos, que tienen un producto de crédito.
El debate sobre la tasa de Usura en el sistema financiero colombiano tomó relevancia por su impacto en la capacidad de las empresas micro, pequeñas y medianas (MIPYME) para acceder al crédito formal.
Aunque este límite para las tasas de interés busca proteger a los usuarios de condiciones abusivas, los expertos y empresarios han enfatizado que impone restricciones significativas, particularmente para aquellas empresas que enfrentan altos riesgos o carecen de historial de crédito. “La tasa de Usura, como se recauda hoy, limita seriamente muchas MIPYME al crédito formal”, dijo Nicolás Villa, CEO de Platam.
Según Villa, los préstamos otorgados bajo este esquema generalmente están sujetos a requisitos complejos y costosos, lo que hace acceso a financiamiento y desmotivación de su uso.
Y es que las empresas micro, pequeñas y medianas que están más afectadas por la rigidez de la tasa de usura son las que enfrentan barreras estructurales dentro del sistema financiero. Esto incluye negocios de formalización, empresas sin antecedentes bancarios, pequeñas empresas en el sector de comercio, donde los altos niveles de informalidad y las compañías jóvenes o rápidas que aún no tienen activos fijos o un flujo de efectivo consolidado predominan.
“Los créditos aprobados generalmente van acompañados de requisitos complejos o garantías costosas, más caros y desalentando su uso”. Villa agregó.
En este contexto, fintechLas empresas de tecnología dedicadas a innovar en servicios financieros, ganaron relevancia como una alternativa viable para responder a las limitaciones del sistema bancario tradicional. Gracias a su modelo digital, estas compañías pueden analizar datos más allá del historial de crédito convencional. Algunos fintech usan operaciones de descuento que generalmente oscilan entre 1% y 3% para períodos que van de 30 a 90 días, adaptándose al perfil transaccional de cada negocio.
-Además, como factorizar y confirmando Demostraron ser herramientas útiles para mejorar el flujo de efectivo sin recurrir a garantías tradicionales o préstamos bancarios.
“No se requieren garantías y el riesgo basado en datos transaccionales se analiza con los proveedores o en el historial financiero de los clientes”, “. Villa detallada sobre estas opciones.
De organizaciones como Colombia FinTech, se han planteado nuevas perspectivas en torno a la regulación de la tasa de usura. Gabriel Santos, presidente de esta asociación, dijo que hasta la fecha la política actual ha generado la exclusión de aproximadamente dos millones de colombianos del sistema de crédito formal, dejando los segmentos más vulnerables sin posibilidades.
“Celebramos alternativas para profundizar la inclusión de crédito, transformar MIPYME a través del acceso al crédito y mejorar nuestro país”Santos dijo.
Entre las propuestas mencionadas durante el debate se encuentra la implementación de regulaciones proporcionales que consideran los riesgos específicos de cada segmento. Esto incluiría tasas diferenciadas que permiten a las empresas más pequeñas acceder al crédito formal sin ser castigados bajo los promedios que actualmente están gobernando.
Nicolás Villa enfatizó que esta estrategia ayudaría a “calibrar el riesgo” para que un mayor número de pequeñas y medianas empresas pueda optar por el financiamiento en términos más accesibles. El impulso de estas medidas, dijo, “Acelerará la inclusión financiera de las PYME, los actores clave en la economía del país y el mundo”.
El impacto de la tasa de usura en las MIPYME no es un problema menor, dada la importancia de este sector para la economía colombiana. Estas compañías generan una parte importante del empleo en el país y tienen un papel fundamental en la actividad productiva. A pesar de esto, muchas de estas empresas aún operan en condiciones de alta informalidad, lo que dificulta su acceso al financiamiento formal de manera sostenible.
Lás fintech Han presentado una alternativa, pero la falta de fondos institucionales suficientes continúa limitando el alcance de estas soluciones. Gabriel Santos indicó que es crucial que el ecosistema financiero colombiano fomente la competencia, promoviendo mecanismos que permiten que FinTech crezca y alcance los sectores desatendidos por los bancos tradicionales.
“Transformar las MSME a través del acceso al crédito no solo mejorará sus condiciones comerciales, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía nacional en general”Santos concluyó al medio.
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