News Eseuro Español

¿Qué pasa si AI no es más que un “corrector de palabras sofisticado”? -.

Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Enzo Maqueira y Tomás Balmaceda discutieron en la Feria del Libro de Buenos Aires: “¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?”

Dentro del marco del ciclo Diálogo de escritores y escritores de ArgentinaLa Feria del Libro de Buenos Aires fue ayer la escena de un cruce de ideas entre narradores y ensayistas sobre uno de los temas que el mundo cultural contemporáneo está pasando fuertemente: el surgimiento de la inteligencia artificial (IA) en los procesos creativos y su posible impacto en la literatura.

La mesa se tituló ¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura? Un debate abierto sobre lo que el algoritmo no es capaz Y fue moderado por el periodista y editor Débora Campos.

Los escritores participaron en la reunión Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Enzo maqueira y el filósofo Tomás Balmaceda. Lejos de la tecnófobia, pero también de entusiasmo ingenuo, el panel propuso una reflexión crítica sobre el potencial y los límites de la IA en el campo de la escritura.

“Esa palabra ‘profundidad’ es inmediatamente sospechosa”Lanzó Guillermo MartínezEn relación con el título de la tabla. El autor de Crímenes imperceptibles Argumentó que existe una disputa de criterios humanos incluso para determinar lo que consideramos profundamente en un texto, y recordó que “El valor o la asignación de valor a un trabajo es el humano, es la parte humana”.

“El valor o la asignación de valor a un trabajo es el humano, es la parte humana”, dijo Guillermo Martínez

Para abordar el fenómeno, Martínez propuso una analogía con el caso de Azul profundoLa supercomputadora de IBM que venció al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov en 1997. “¿Los seres humanos dejaron de jugar al ajedrez después de eso? No, por el contrario”Dijo, refiriéndose al auge actual del juego, incluso entre los jóvenes que entrenan con programas. De esa lógica, agregó: “La gran era trae inteligencia artificial es la gran era de la edición”.

Enzo maqueiraPor su parte, enfatizó que “La literatura ha dado muchas señales de que no va a salir del concurso tan fácilmente” y cuestionó la idea de que AI puede reemplazar la producción literaria de calidad: “La literatura no morirá y continuará entre nosotros”. Aun así, advirtió que la amenaza no es menos: “La inteligencia artificial es el sueño húmedo de los editores y el capitalismo en general”Condenó, en referencia a una industria que ya comienza a experimentar con la automatización para reducir los costos.

Maqueira también enfatizó los riesgos para los trabajadores culturales, como traductores o ilustradores, y dijo que AI “Puedes fingir que ella ha sangrado, a quien ha amado, incluso puede decir ‘dolor’ con la voz perfecta de quién nunca ha llorado”Pero carece de una experiencia vital: “Mientras muramos, continuaremos escribiendo”Concluyó.

-

Claudia Piñeiro Él centró su discurso en la forma en que las máquinas procesan el lenguaje. Comenzó a partir de un análisis de la frase famosa “La noche unánime”de Borges, para preguntar si una IA podría generar una expresión de esa naturaleza. “Todo el proceso que Borges hace para elegir un adjetivo es imposible que haga la inteligencia artificial”. afirmado.

“En principio, no creo que sea un autor. Creo que es un corrector de palabras sofisticado”, dijo Tomás Balmaceda sobre AI

Confiar en una idea del filósofo francés Érric sadinagregado: “Hay alguna posibilidad en las palabras que elegimos, y esa oportunidad es la que no puede replicar la inteligencia artificial”.. Aun así, mostró preocupación por otros aspectos menos poéticos del avance tecnológico: “Estoy más preocupado por lo que será del mundo con inteligencia artificial que si puedes escribir literatura”.

Desde una perspectiva filosófica, Tomás Balmaceda Argumentó que “Estos IAS pueden ser buenos escritores, pero no pueden ser buenos autores”. Volviendo al marco legal y académico, explicó que ni las revistas científicas ni los sistemas de citas reconocen el IAS como co -autores, y propuso una metáfora provocativa: “Nadie pone como Co -Autor a la palabra corrector”. También defendió que “En principio, no creo que sea un autor. Creo que es un corrector de palabras sofisticado”.

Hacia el final, Balmaceda introdujo una distinción entre el autor y el escritor: el primero como figura legal, la segunda como ejecutor del texto. En ese sentido, advirtió en un posible escenario: plataformas como Amazon que reciben cientos de libros generados por IA todos los días, o guías de turismo falsas que circulan con datos erróneos. “Estamos discutiendo cosas nuevas con viejas categorías”advirtió.

El debate, que combinó datos, anécdotas y referencias literarias, dejó en claro que la inteligencia artificial plantea preguntas urgentes para la producción cultural. Pero también que, al menos por ahora, la literatura humana conserva su singularidad: la de cometer errores, dudar, sufrir y escribir como quien no tiene otra salida.

Related news :