El apagón eléctrico que afectó a una buena parte de la península ibérica el 28 de abril a las 12:33 dejó una marca profunda en la ciudadanía. Según una encuesta flash publicada por el Centro de Investigación Sociológica (CIS), dirigida por Félix Tezanos, explica que uno de cada cinco ciudadanos (21.5%) admite que se hizo temer durante la interrupción del suministro de electricidad, especialmente entre las mujeres (29.1%) y los jóvenes de 25 a 34 años (31.6%).
La encuesta, realizada el 29 y 30 de abril a través de entrevistas telefónicas, recopiló las respuestas de 1.752 personas que residen en España peninsular. El trabajo de campo excluyó las islas Baleares, las Islas Canarias, Ceuta y Melilla, y el error de muestra está en ± 2.4% para un nivel de confianza del 95.5%.
El lugar donde los ciudadanos estaban en el momento del apagón marcaban significativamente su experiencia. El 45,6% estaba en casa cuando ocurrió la incidencia, mientras que otro 27.6% estaba en su trabajo. Este último grupo fue el más afectado: el 24.3% del total de entrevistados declaró que el apagón los afectó “mucho” y el 28.1% “bastante”.
Por grupos de edad, los adultos entre 45 y 54 años fueron los que percibieron el apagón como un problema grave, con un 31,4% que indica “muy” afectado. En el extremo opuesto, aquellos mayores de 75 años, a pesar de ser el grupo que estaba más en su hogar (79.4%), experimentaron un menor impacto emocional: solo el 14.8% afirman haber sido muy afectados y el 19% reconoce que el apagón no los afectó en absoluto.
También se observan diferencias notables de acuerdo con la memoria del voto en las elecciones generales de 2023. Los votantes de la adición y los partidos nacionalistas como EH Bildu o ERC fueron los que, en mayor proporción, sintieron miedo durante la interrupción eléctrica, con tasas de más del 30%, mientras que entre los votantes del PP y VOX el temor del miedo alcanzó el 10%.
El informe también destaca el uso de la radio y garantiza que el 59.6% de los ciudadanos consideren que la información proporcionada por el gobierno era insuficiente.
-La demanda de una mayor transparencia y rapidez en la respuesta institucional incluso fue compartida por los ciudadanos ideológicamente más relacionados. Por ejemplo, en la franja ideológica de la izquierda (1-3 en la escala cis), más del 40% expresó insatisfacción con el manejo informativo. Entre los ubicados en el centro (puntajes 4-6), el crítico asciende al 58%, mientras que entre los encuestados que se encuentran a la derecha (7-10), el rechazo alcanza niveles de hasta el 80%.
Además, el 73% de los ciudadanos cree que el ejecutivo debería haber aparecido públicamente en la primera hora después del inicio del apagón para ofrecer explicaciones, en comparación con el 18% que consideran la fecha límite con la que actuó aceptable.
Este vacío informativo era aún más evidente entre los que estaban en el trabajo (27.6%) o en desplazamiento (9.5%) en el momento del apagón. En estos grupos, el porcentaje de ciudadanos que sintieron miedo o angustia superaron con creces el promedio nacional. La falta de datos de tiempo real, el colapso parcial de las redes móviles y la demora en las comunicaciones oficiales alimentadas con teorías no confirmadas sobre los ataques cibernéticos o fallas en la infraestructura crítica, aunque las autoridades han ratificado ninguna de estas hipótesis hasta la fecha.
Con estos resultados, la CEI muestra no solo el impacto operativo del apagón, sino también la importancia estratégica de la gestión de la información en las crisis energéticas. La mayoría de los encuestados ahora afirman que los protocolos de comunicación están reforzados y que se establecen mecanismos de alerta ciudadanos más efectivos, en línea con lo que sucede en otros países europeos.
El CIS enfatiza que este progreso de los resultados está pendiente de la codificación final y que pronto se publicará una versión completa con mayor desglose territorial y temático.
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