Pocos pasatiempos en Europa han hecho más ruido a cambio de menos resultados, y muy pocos tienen la gracia inherente de la ciudad que hizo de la opereta un símbolo eterno de exaltación sensual. Sintiendo que tenían a mano la primera final de la Liga de Campeones a la que podrían ir a la fiesta, activados en los fanáticos de Paris Saint-Germain lo que Luis Enrique llama “pasión” y que, según el entrenador asturiano, es el condimento básico del estilo desatado de su equipo, algo que hace fortuna entre la multitud. Era una ironía, o una consecuencia inevitable, era Fabián Ruiz, la menos feliz de los jugadores de la fuerza laboral, que abrió con el objetivo de la media volea las puertas de la feria que conduce a la final de Munich del 31 de mayo.
“cuando tienes problemas, tienes que obtener tu mejor versión”, dijo Luis Enrique, desaliñado y Rubicundo, después de la medianoche del miércoles, cuando después de ganar el Arsenal 2-1 (3-1 en el empate global) cuando dejó el vestuario que alguien le pidió Fabian. El técnico acababa de cumplir 54 años y el nombre del mediocampista de Sevillian lo evocó un pasado de dificultades personales y profesionales. “Fabi”, dijo, “ha estado aquí durante años y tal vez cuando perdí en el PSG, podía pensar que tal vez no iba a ser muy importante. ¡La primera semana que llegamos hice algo de broma! Hoy ha sido excelente”.
Después de tres temporadas en París, a los 29 años, Fabián ha adquirido la seriedad de los comandantes. Ha participado en todos los juegos de PSG en campeones en el camino a un resultado histórico contra el Inter Milán. Si la pintura azul plantea el trofeo, será el primero en la historia que la logra después de jugar 16 juegos, un récord y sufrir cinco derrotas, otro récord, comenzando con una serie de 2-0 contra el Arsenal, 1-2 contra el Arsenal Atlético y el Atlético. Cuando el español adquirió el ritmo de la competencia, la estructura se estabilizó y el PSG comenzó a mostrar un juego increíble para la dinámica y agresiva. En febrero, después de ganar la Ciudad 4-2, Luis Enrique le rindió homenaje a él actuando: “No lo llevé a la Copa Mundial en Qatar y me equivoqué”.
Dicen en el PSG que el técnico va de por vida como si las cosas materiales que ocupan a otros les importan menos que un Higa, y que se puede decir algo similar de Fabian, otro personaje abrumador. No era extraño que ambos estuvieran desencantados, tal vez por la causa más banal, cuando el entrenador era entrenador de España y el futbolista se estaba preparando para abandonar Nápoles para el PSG después de cuatro temporadas en Italia. Ambos pueden ser enviados por uvas, pero a partir de esas fricciones surgió un respeto recíproco. Cuando se volvieron a encontrar en París en 2023, los dos descubrieron que compartían mucho más que una forma de estar y estar en la competencia.
Como mediocampista de llegadas, el escudero y el hombro de Marc Roca con Ceballos, Fabián había sido un jugador fundamental en la selección que conquistó el sub-21 de Eurocup en 2019. No extrañaba a los maestros entre sus entrenadores, todos los antiguos volantes: Quique Setié en Betis; y Ancelotti, Gatusso y Spalletti en Nápoles. Entre todos formaron un experto en la distribución de espacios y tareas requeridas por 4-3-3. El aprendizaje le sirvió para reunirse como una pieza providencial en la idea de Luis Enrique. Junto con Neves y Vitinha, han formado que para la mayoría de los directores de deportes en Europa es el mejor centro del mundo del mundo, digno de sucesor del triunvirato de Rodri, Bernardo Silva y Bruyne en la ciudad, y del medio que los busquets, Xavi e Iniesta instalaron en la cosa más preciosa en el Libro de Great Fútbol.
-“En el último Eurocup, para mí, Fabian fue el mejor centrocampista del torneo; es un jugador impresionante que nos trae mucho con y sin una pelota”, dijo Luis Enrique, contemplando el trabajo recién terminado de un hombre que es un ejemplo de rebelión y altruismo. Esencial en una plantilla poblada conreanos inmaduros que son impacientes porque no son titulares. “Estoy muy feliz de que los jugadores hagan Fabián y cambien su situación porque necesitamos a todos”, dijo el entrenador.
Frente al Arsenal, quien se hizo cargo del balón durante el 51% del tiempo del juego, Fabián hizo mucho más que desbloquear el juego cuando el PSG fue asediado y amenazado por el desánimo. Tuvo que multiplicarse en defensa. Cubrió la mitad izquierda del campo, ayudó a Mendes a defender las llegadas de Saka y Timber, saboteó las líneas de suministro que fueron de partido a Merino pasando por Odegaard, hizo tomas de tomas de Donnarumma, fue al lado de los nevos cuando las circunstancias exigieron que asumiera las obligaciones de otros contraportados que se desvanecían.
“Dojo mucho”
“Somos un equipo que tenemos la intención de tener la pelota más que el rival”, dijo Luis Enrique. “Para eso en el centro del campo necesitas jugadores inteligentes y que tienen la capacidad de moverse mucho y cortar en profundidad. Fabián engaña mucho. No parece muy rápido, pero tiene un paso muy largo y hace movimientos en el momento adecuado. Hoy ha podido apoyar al equipo con un objetivo impresionante que nos ha dado una gran cantidad de paz mental.
Fabián y Luis Enrique se han convertido en cómplices. La simpatía es mutua. Junto con Vitihna, Neves y Marquinhos, predican la ley de solidaridad. Paris Saint-Germain vuela inspiradas en ellos.
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