Como si no fuera suficiente hoy, el presidente Donald Trump abrió un nuevo frente en su guerra arancelaria, amenazando las tasas del 100 por ciento para todas las películas producidas fuera de los Estados Unidos.
Esto se publicó en su red de verdad social en la víspera cuando escribió que autorizó al Departamento de Comercio y a la Oficina del Representante Comercial para aplicar ese impuesto “a todas y cada una de las películas que ingresan a nuestro país y que se producen en tierras extranjeras”.
Según Trump, “la industria del cine en los Estados Unidos está muriendo rápidamente” y otros países “están ofreciendo todo tipo de incentivos para atraer” cineastas y estudios.
El presidente consideró que “este es un esfuerzo organizado por otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional. ¡Es, además de todo esto, mensajes y propaganda!”
En realidad, como suele ser el caso cuando Trump lanza sus ideas en el aire, nadie sabe con certeza cómo se podría implementar tal arancel sobre los logros cinematográficos internacionales, pero en su mensaje en la plataforma hizo hincapié en las letras mayúsculas “¡Queremos que el cine realizado en los Estados Unidos nuevamente!”.
Actualmente, la guerra comercial del gobernante republicano puso los mercados del mercado de valores que llegaron y la incertidumbre es el elemento característico.
-Trump elevó los aranceles a los productos desde China al 145 por ciento y un impuesto base del 10 por ciento para otras naciones, sin descartar que podría aumentar las tasas de importación.
Por cierto, el mes pasado, el gigante asiático redujo el número de películas estadounidenses que nos permite proyectar oficialmente en sus cines en respuesta a las tarifas impuestas por Washington.
Esta decisión de China también ha generado preocupaciones en Hollywood, porque el mercado en ese país es el segundo más grande del mundo en términos de ingresos de cinematografía, como advierten los medios de prensa.
Reducir la parada a las cintas de EE. UU. En este mercado podría afectar significativamente las ganancias de los estudios de Hollywood, particularmente cuando crece la producción de películas locales en China.
Las tarifas unilaterales de Trump llegan a los automóviles, el acero y el aluminio, y se espera que en las próximas semanas los gravámenes sobre productos como los medicamentos farmacéuticos también estén en vigencia.
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