
Bogotá, May 9 (EFE) .- El interés de Colombia en fortalecer los lazos comerciales con China durante la Reunión Ministerial IV del Foro de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y ese país, que se celebrará la próxima semana en Beijing, está sujeto a controversia por temor a algunos sectores a repercusiones negativas en la relación con los Estados Unidos.
En Beijing, Colombia se estrenará en la presidencia pro tempore de CELAC y el presidente Gustavo Petro anunciaron el martes que firmará un acuerdo de intención para que el país se una a la iniciativa china de la Franja y la Ruta, también conocida como las nuevas rutas de seda y expandirá las perspectivas comerciales.
«El gobierno colombiano, como cualquier estado soberano, tiene derecho a explorar nuevas oportunidades comerciales. Sin embargo, estas decisiones deben guiarse por una visión estratégica que garantice beneficios reales y sostenibles para el país ”, dijo a EFE el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombiana (Amcham Colombia), a Efe.
En opinión de Lacouture, “no se puede ignorar que, tanto para los demócratas como para los republicanos en los Estados Unidos, la expansión de China en América Latina representa un riesgo para su seguridad nacional, y cuando este problema es parte de los asuntos de seguridad, las respuestas de los Estados Unidos pueden protegerse por leyes que permiten medidas restrictivas” como la reciente imposición de tarifas en todo el mundo.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, con un intercambio de bienes y servicios de 36.7 mil millones de dólares en 2024 y un excedente de 1.300 millones de dólares para el país norteamericano.
Lacouture agregó que, en el caso de China, “hay una falta de reciprocidad” porque en 2024, Colombia exportó a ese país solo 2,377 millones de dólares, mientras que importó 15,936 millones de dólares. Eso causó un déficit para el país andino de 13,500 millones de dólares.
“En contraste, lo que exportó a los Estados Unidos (14,337 millones de dólares) casi compensa ese desequilibrio”, explica.
La otra visión
Sin embargo, hay quienes, como ex presidente Ernesto Samper, consideran que el viaje de Petro a China al jefe de Celac “es una oportunidad histórica” para que el país ingrese a las nuevas rutas de seda, de las cuales 149 naciones, 21 de ellas son parte de ellos, y por lo tanto “aumentar el comercio, las inversiones, la financiación y la cooperación entre China, Asia y el resto del mundo”.
“Como presidente del CELAC, Petro podría presentar una serie de iniciativas que interesan a la región, como la diversificación de su comercio, en un momento en que Estados Unidos cierra las puertas a nuestras exportaciones”, agregó Samper.
-También podría intentar avanzar en «programas clave como la transición de energía; una nueva arquitectura financiera (…) El desarrollo de obras de infraestructura como la de los ferrocarriles interoceanicos; Aproveche los avances en la inteligencia artificial para la investigación científica y lance la agenda de regulación de drogas latinoamericanas ”, dijo.
El propio Petro reconoció el martes que en la reunión IV Celac-China hablará con el presidente chino Xi Jinping, pero él “de ti para ti, no tan arrodillado” para ver por qué Colombia tiene “un déficit por 14,000 millones de dólares anuales”.
“Eso nos lleva a la pobreza y no quiero que China sea productor de pobreza, por lo tanto, la balanza comercial debe ser equiparada”, agregó Petro.
Según el Banco de la República, la inversión extranjera directa en Colombia entre 1994 y 2023 fue de 813.3 millones de dólares, muy por debajo de los Estados Unidos y España, y principalmente destinado a infraestructura, minería, energía y transporte.
Para ÓScar Palma, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad de Rosario, el enfoque de Colombia a China viene desde atrás: “Es un objetivo que de cierta manera la política exterior colombiana se haya establecido para varios gobiernos”.
“En teoría, no debería ser un problema aumentar las relaciones con China, pero teniendo en cuenta la política exterior de Petro y especialmente con su personalidad, esto se mueve directamente con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump”, explicó a Efe.
Juego “Sum cero”
Para Palma, vale la pena preguntar “hasta qué punto estamos en una especie de juego de suma cero en el que el enfoque con China implica sacrificar la relación con los Estados Unidos” y afirma que “no debería ser así” porque “en la visión de la política exterior a largo plazo, el país debería tener la capacidad de establecer relaciones muy sólidas con China y Estados Unidos al mismo tiempo”.
En este sentido, el viceministro colombiano de asuntos multilaterales, Mauricio Jaramillo Jassir, dijo hoy que “el hecho de unirse o no a la franja y la ruta (…) es un compromiso estatal, es un compromiso histórico y que no es un capricho del gobierno”.
“Lo que hemos confirmado (…) es que existe una gran brecha entre lo que ha sido nuestra proyección al Atlántico y al Caribe y AA poco más rezagado con el Pacífico Asia”, agregó el Vicecanciller. Efusión