“Yakuman: adónde van las aguas”, una odisea tucumana

“Yakuman: adónde van las aguas”, una odisea tucumana
“Yakuman: adónde van las aguas”, una odisea tucumana

YAKUMAN: DONDE SE VAN LAS AGUAS – 6 puntos

(Argentina, 2024)

Dirección y guión: Pedro Ponce Uda.

Duración: 61 minutos.

Estreno exclusivo en espacios Cine Gaumont y INCAA.

Yakuman: adónde van las aguasvalioso documental del tucumano Pedro Ponce Uda, condensa diversos pasados ​​y presentes de la capital de esa provincia en una sinfonía compacta y rítmica inspirada, en parte, en las enseñanzas de Dziga Vertov y Walther Ruttmann, aunque con fuertes elementos políticos e históricos. Una especie de odisea audiovisual tucumana que comienza y termina con una breve leyenda recitada en quechua, la historia de una invasión y posterior batalla apoyada por dos ángeles de fuego y un maldición que promete sumergir bajo el agua ese lugar alguna vez sagrado. Entre este prólogo y su culminación, imágenes contemporáneas y otras de archivo cuentan una posible historia de la ciudad, originalmente fundada en un lugar y trasladada a otro después de una gran inundación, con la Casa de Tucumán y los locales del centro de la ciudad como tótems y símbolos recurrentes.

El glorias y decadencias ferroviarias reaparecen en varios pasajes, metáforas de crisis y cambios a través de las décadas, y la figura y voz de Juan Carlos Onganía, bajo cuyo gobierno la etapa de desindustrialización de la provincia, reaparecen en varias ocasiones para complementar o poner en tensión otras imágenes y sonidos. Una fábrica de limones es registrada con total atención a las máquinas y operarios, que separan los frutos grandes de los pequeños para envasarlos en distintos envoltorios, mientras el arroyo sigue fluyendo entre las piedras centenarias. Otra voz, la de Antonio Domingo Bussi, gobernador de facto elegido democráticamente, lanza arengas contra la “subversión marxista internacional” y grita a favor del “fervor patriótico”, mientras que al mismo tiempo Yakumán Muestra imágenes de ayer y hoy de los ingenios azucareros.

Imágenes que resuenan con fuerza en la historia de la provincia como consecuencia de la Operación Independencia, forjado en el último año del gobierno de Isabel Perón y continuó después del golpe de 1976. La cámara desciende por el Pozo Vargas y los carteles recuerdan los que se encontraron en su interior.

Con la ayuda de una pertinente banda sonora electrónica compuesta por Lucas García Melo y Sebastián Suárez, Ponce Uda entrelaza ideas y sensaciones, cruzando el baile de una pareja de personas mayores en las calles del centro de la ciudad con el de un grupo de jóvenes en una bolera abarrotada. Yakumán No se trata tanto de un documental creativo que permite constantemente la libre asociación –aunque a veces eso sucede– como de una construcción audiovisual que intenta algo difícil, si no imposible: resumir la historia de vida de todo un pueblo, con sus signos y excentricidades, dolores y excrecencias, pecados y violencias. No es casualidad que el montaje alterne la visita del Rey de España durante los festejos del bicentenario de la independencia, junto a Macri y Manzur, con la Estatua de la Libertad de Lola Mora y unos juegos en un parque de diversiones, con su placa de “Están prohibidos los choques frontales”. Los textos superpuestos al final explican datos y fechas, resúmenes formales de óxido y catástrofes de origen humano, más allá de la leyenda.

 
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