Los famosos personajes animados Wallace y Gromit, en riesgo de desaparecer por falta de plastilina

Los famosos personajes animados Wallace y Gromit, en riesgo de desaparecer por falta de plastilina
Los famosos personajes animados Wallace y Gromit, en riesgo de desaparecer por falta de plastilina

Se podría pensar que Wallace, el querido inventor que vive con su perro Gromit en el condado de Lancashire, al noroeste de Inglaterra, habría votado a favor del Brexit y luego habría hecho todo lo posible para combatir sus efectos nocivos. La entrañable pareja, creación de Nick Park y producto de la empresa de animación Aardman, fundada por dos genios de la animación, Peter Lord y David Sproxton en 1972, corre el riesgo de no tener más aventuras… por falta de arcilla.

Newclay Products, la fábrica de la localidad de Newton Abbot que desde hace años proporciona a los estudios la arcilla necesaria para llevar a cabo la técnica de animación en volumen e imagen a imagen, la detener el movimiento, con el que han cobrado vida los personajes -adorados por el público británico-, ha anunciado que se prepara para cerrar, según afirmó este fin de semana El Telégrafo diario. La empresa produjo la patente de Newplast, un tipo de arcilla reforzada con nailon, ideal para moldear y corregir, sin peligro de que los personajes animados se sequen o se rompan. Aardman compró todo el inventario existente cuando supo que su proveedor se preparaba para cerrar, por lo que tiene suficiente material para completar la próxima película de Wallace y Gromit, cuyo estreno está previsto para el próximo año.

No puede haber pareja más inglesa que la del inventor y su mascota, con esa mezcla de excentricidad, bonhomía e ingenuidad que representan la mejor faceta de los británicos. Wallace, con su chaleco de punto verde, su corbata roja o pajarita de lunares, sus pantalones de lana marrón y su amor por el queso Wensleydale y las galletas saladas (galletas saladas); Gromit, con su aire intelectual y condescendiente hacia su bondadoso dueño, confirma la sospecha de que las mascotas inglesas son el verdadero cerebro de sus compañeros humanos.

Los estudios Aardman tendrán que mirar al continente europeo en busca del material necesario para seguir realizando sus películas, que requieren tanto plastilina como paciencia. Son cientos de personas las que tienen que trabajar en cada proyecto y dar vida, milímetro a milímetro, a los personajes. Wallace & Gromit, la maldición de las verduras, El primer largometraje de la extraña pareja, de 2005, tardó 18 meses en rodarse y casi cinco años en planificarse.

“Aardman compró prácticamente todas las acciones restantes de Newplast. Dicen que con eso durarán hasta dos años. Se llevaron cuarenta cajas que pesaban casi cuatrocientos kilos”, explicó la propietaria, Valerie Dearing, al Telégrafo. “Llevamos 16 años en el negocio y con muy buenos momentos. Pero no hemos podido encontrar a nadie que quiera continuar en la empresa, ahora que hemos decidido jubilarnos”, admitió su marido Paul, también propietario de la empresa.

La productora comenzó a trabajar en la técnica de animación volumétrica (detener el movimiento), que da vida a los personajes con mínimos cambios de moldeo cuadro a cuadro, con un primer protagonista: Morph. El personaje de plastilina, que hablaba un idioma ininteligible y era capaz de cambiar de forma según las circunstancias (de ahí el nombre), se convirtió en un éxito de la BBC. El estudio Aardman también fue responsable de un vídeo musical que hizo historia, Almádena, de Peter Gabriel, dirigida por Lord y Sproxton, que utilizó la misma técnica de animación. Repetirían formato con Mi bebe solo se preocupa por mí, por Nina Simone, en 1987.

La consolidación llegó con los tres cortometrajes de Wallace y Gromit. Comodidades de las criaturas (1990), Los pantalones equivocados (1993) y Un afeitado apurado (1995). Cada uno de ellos ganó un Oscar al mejor cortometraje de animación y catapultó a la pareja de inventor y mascota a la imaginación, no sólo de los británicos, sino del resto del mundo.

En 1996, según la web oficial de los personajes, Nick Park viajó a Estados Unidos en una gira promocional y dejó olvidados en un taxi los dos modelos originales de Wallace y Gromit. Por suerte pudo recuperarlos y en el vuelo de regreso a Reino Unido, el capitán tranquilizó con la noticia al resto de pasajeros, quienes regalaron un fuerte aplauso al creador de la entrañable pareja. Nadie imaginó entonces que algún día por la escasez de plastilina sus aventuras estarían en riesgo.

No es la primera vez que Aardman se enfrenta a problemas de enorme magnitud. En 2005, un incendio en Bristol, donde tiene su sede, destruyó el almacén donde guardaban todo el material, poco después del estreno de la película. La maldición de las verduras. El estudio perdió toda su historia. En los últimos años, los malos resultados de taquilla de sus largometrajes —a pesar de que la serie centrada en la oveja Shaun tuvo un muy buen desempeño en televisión— empujaron a los directivos de Aardman a buscar otras productoras con las que lanzar sus proyectos. De ahí su próxima película, el noveno largometraje de la compañía, Chicken Run: El amanecer de los Nuggets (la continuación de Chicken Run: escapar en la granja), se estrena en Netflix el próximo 15 de diciembre.

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