Arturo Vidal no jugará la Copa América, el torneo que ganó en sus dos versiones en su historia: la convencional, en 2015, y la Centenario, al año siguiente. Esos logros lo colocaron en la historia de la Selección y del fútbol chileno. El volante de Colo Colo, de hecho, se ha encargado de lucirlos con orgullo, al punto de generar odio en el resto de Sudamérica, donde primero lo tildaron de arrogante y, luego, esperaron cualquier caída propia y de La Roja para afrontarlo..
El Rey se siente parte de la Selección. O, más precisamente, Siente la Selección como suya. Para mal o para mal, es parte fundamental para la obtención de ambos trofeos, los únicos relevantes que ha visto la Roja en su historia.
En esa línea, Vidal siempre sintió como propios los logros alcanzados con La Roja. Sin ir más lejos, tiene réplicas de ambos trofeos en las estanterías de su casa y los ha expuesto en varias ocasiones. Ahora, marginado por Gareca de la selección y incapaz, al menos, de tener la opción de aspirar a un tercero, recuerda su importancia en la obtención de los anteriores..
En su cuenta de Instagram, que muchas veces ha sido su trinchera para expresar opiniones o, con razón, molestias, Vidal reivindica su lugar, al menos en la historia. Lo hace de manera contundente: muestra una réplica del trofeo del certamen de selecciones que ganó Chile en 2015 con un mensaje que ni siquiera necesita interpretación: “Mío”.
Añade, acorde al lenguaje utilizado en las redes sociales, dos emojis: uno con una bebida y otro en señal de sarcasmo. La imagen se completa la indumentaria que usaría para entrenar con el equipo de Colo Colo, que lleva el número 23que le ha acompañado en muchos de los capítulos más gloriosos de su carrera.
