Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 5 jun (RHC) La guerra en la Franja de Gaza trastocó la vida de millones de palestinos y causó daños catastróficos al entorno natural del que dependen para obtener agua, aire limpio y alimentos, denunció hoy una agencia de la ONU.
La restauración de los servicios ambientales llevará décadas y ni siquiera podrá comenzar hasta un alto el fuego, afirmó en X la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA).
Horas antes, en la misma red social, Unrwa advirtió que el conflicto allí “cobró un precio insoportable para los niños”.
Sus vidas han quedado completamente desarraigadas, mientras las familias enfrentan miedo constante y desplazamientos forzados en medio de condiciones terribles, advirtió.
Sin acceso a la educación y con traumas repetidos, la única esperanza es el fin de la guerra, afirmó.
Unrwa denunció que en el último mes más de un millón de palestinos, la mayoría refugiados, huyeron de la ciudad sureña de Rafah, fronteriza con Egipto, tras el inicio de una ofensiva terrestre del Ejército.
El gobierno de Benjamín Netanyahu justificó la operación con el argumento de destruir el último bastión de Hamás, que supuestamente tenía cuatro batallones desplegados allí.
Sin embargo, Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y numerosos países criticaron el ataque a esa zona superpoblada y advirtieron de las graves consecuencias humanitarias.
Las Fuerzas Armadas lanzaron ayer una nueva operación terrestre contra los campos de refugiados situados en el centro de la Franja, especialmente Bureij, donde se reportan numerosos muertos y heridos. (Fuente: Prensa Latina)
