La cadena nacional en la que Javier Milei Habló durante unos 16 minutos, se centró en mostrar el éxito de tener un primer cuarto de superávit fiscalun punto que, a su juicio, es clave para frenar la inflación y entrar en una senda de crecimiento.
En realidad, existen dos formas de calcular el resultado fiscal de las cuentas públicas. Existe el sistema de caja y el sistema de base devengado.
La base de caja incluye los esquemas correspondientes a la Administración Nacional, Fideicomisos, Otras Entidades y Empresas Públicas y el Sector Público Nacional consolidado; mientras que el segundo contempla sólo este último, es decir, excluye los Fideicomisos, las Empresas Públicas y la Administración Nacional.
Dicho de otra manera. La base caja cuantifica el movimiento de fondos independientemente del ejercicio al que corresponda la asignación.
El criterio de devengo utiliza el criterio de registro y refleja la imputación en el ejercicio correspondiente independientemente del momento en que se produzca el pago. La acumulación se compra este mes, pero se paga el mes siguiente. El efectivo es, registro como gasto lo que pago este mes.
El tema es que, si se compara la base de caja con la de devengo, se encuentra que en marzo en la primera hubo superávit fiscal y en el segundo el déficit fiscal primaria y financiera.
Tomando el criterio de caja se encuentra un superávit primario de $625.034 millones y el superávit financiero fue positivo de $276.638 millones.
Por otro lado, si no se toma la base devengada, se encuentra que en marzo hubo un déficit de $73.145 millones y en el área financiera el déficit fiscal asciende a $367.955 millones, datos que se pueden apreciar en el cuadro 1.
Si bien el acumulado del primer trimestre en base devengado arroja superávitya en marzo dio déficit.
Otro tema que sigue preocupando es la importancia que está teniendo el impuesto PAIS en la recaudación tributaria total, sin incluir los aportes personales y los aportes patronales. El impuesto PAIS fue, de los ingresos del fisco post coparticipación, el segundo impuesto al fisco más importante durante marzo, representando el 17,7% del total de los ingresos tributarios.
Claramente el ajuste fiscal tiene diferentes componentes: 1) licuefacción de gastos como pensiones, salarios de empleados públicos y algunos planes sociales, 2) alguna motosierra con cierre de departamentos, menos personal en el estado y recorte de subsidios económicos, 3) pagos de patadas como es el caso de CAMESSA y 4) mayor presión fiscal vía el aumento del impuesto PAIS y del impuesto a los combustibles que ha ido aumentando mes a mes.
El aumento de las tarifas de los servicios públicos no puede considerarse un aumento de los costos para el sector privado porque anteriormente estos subsidios los pagaba el sector privado a través de la inflación.
El dato a tener en cuenta es que detrás de la alta tasa hay una imposición de impuestos nacionales y provinciales, tasas municipales y fideicomisos que están adscritos al cargo fijo. A modo de ejemplo, en mi casa la factura de la luz aumentó un 210% respecto al mes anterior, consumiendo un 12% menos de kwh.
El cargo fijo que es lo que cobra EDENOR por llevar energía a mi casa, aumentó un 289% de un mes para otro y el costo del kwh fue de un 182%, y aparece un ítem que dice Ajustes y Otros Conceptos que aparece en la factura, lo que luego aclara que son Correcciones sobre Documentos Anteriores, es decir, cobran una tarifa retroactiva que nadie sabe de dónde viene.
Es decir, en la boleta de abril pagué un importante pago retroactivo más todos los impuestos nacionales, provinciales y municipales que van ligados al cargo fijo y al consumo de energía.
El ajuste tarifario sería mucho más leve si eliminaran la totalidad o gran parte de los impuestos y tasas municipales que están incluidos en el proyecto de ley.
miley Había dicho que Cambiemos había hecho mal el ajuste porque lo que correspondía era eliminar todos esos impuestos. Bueno, no los eliminó, los dejó y eso genera mayor presión fiscal al aumentar la base imponible sobre la que se aplican los porcentajes de impuestos y tasas por consumo de energía y este también es el caso del gas.
La economía aún no muestra signos de recuperación y eso seguramente influirá en los ingresos tributarios y será más difícil para el gobierno sostener la déficit cero debido a la recaudación más baja.
La economía argentina está estancada desde 2011. Desde hace 12 años la actividad sube 2 puntos, al año siguiente baja dos, luego sube 2% dos años seguidos, luego cae 2% dos años seguidos, pero siempre están al mismo nivel. No logramos romper el techo de un cierto nivel de actividad, lo que significa que no entramos en etapas de crecimiento sostenido para tener más empleo, una menor tasa de desempleo y mejores ingresos reales.
El gobierno está esperando que salga la ley ómnibus con reforma laboral, aumentos de impuestos, desregulaciones y otros ítems. Posiblemente esta vez la ley triunfe, el tema es que Argentina tiene una historia de imprevisibilidad en las reglas del juego que tomará tiempo para generar la confianza necesaria para entrar en una etapa de crecimiento económico sostenido.
Para decirlo crudamente, vamos a tener que sudar sangre para ser creíbles y para que el capital fluya hacia Argentina.
En definitiva, en el mejor de los casos se dará un primer paso para salir del largo declive, pero un crecimiento sostenido necesitará el tiempo necesario para demostrar al mundo que nos hemos convertido en un país racional.
