Endometrosis, más que un problema físico y limitante para la mujer – Bienestar es vida – .

Endometrosis, más que un problema físico y limitante para la mujer – Bienestar es vida – .
Endometrosis, más que un problema físico y limitante para la mujer – Bienestar es vida – .

Dra. Joana Carrera Especialista en Ginecología del Hospital El Pilar (Barcelona)

Publicado el 11 de abril de 2024

La endometriosis no sólo afecta la salud física de quienes la padecen, las mujeres en edad reproductiva, sino también su bienestar emocional, y su calidad de vida en general. Por ello, es fundamental aumentar la concienciación sobre esta enfermedad para que muchas más mujeres acudan al especialista si creen que pueden estar padeciéndola.

Hoy en día, además, en algunos casos, el dolor pélvico crónico, tan característico de esta enfermedad y común entre quienes padecen endometriosis, no es controlable. Esto también conlleva una disminución en la calidad de vida de los pacientes, así como restricciones en su vida diaria, tanto a nivel laboral, social, o a nivel de su relación e incluso vida sexual; lo que a largo plazo también perjudica la salud mental de las mujeres con endometriosis.

Pese a ello, aún persisten estigmas y mitos que dificultan el acceso a una atención médica adecuada en estos casos. Por supuesto, actualmente existen motivos para ser optimistas sobre el futuro de la investigación y el tratamiento de la endometriosis. Los avances en la comprensión de la enfermedad, junto con el desarrollo de nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico, ofrecen esperanzas de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta debilitante enfermedad.

Síntomas principales

En primer lugar, lo que cada paciente debe tener claro es que es fundamental no normalizar los síntomas que pueda padecer. Específicamente, estos pueden variar ampliamente entre las mujeres y pueden incluir dolor pélvico crónico (el más común); dolor durante la menstruación (dismenorrea); dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia); sangrado menstrual abundante (menorragia); fatiga; y problemas de fertilidad.

Precisamente, la enfermedad afecta en torno al 10% de las mujeres. Es una de las enfermedades ginecológicas más comunes. Es la causa del 60% de los dolores pélvicos crónicos y alrededor del 30-50% de la infertilidad femenina. Pero la cosa no se queda ahí porque es una enfermedad crónica y dolorosa.

Tejido endometrial fuera del útero.

Se define por la implantación y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero (adherencias); un tejido que, además, tiene dependencia hormonal del ciclo menstrual, por lo que en los días de la regla también producirá sangrado y desprendimiento.

Así, es habitual que este tejido endometrial se desarrolle en los ovarios o en el peritoneo pélvico, las trompas de Falopio; aunque también se ha localizado en otras partes del cuerpo como el estómago, el pulmón, la vejiga o el intestino, por ejemplo; y causa inflamación, dolor y formación de tejido cicatricial. Además, en casos extremos de endometriosis, las adherencias pueden unir los órganos de una mujer, desde los ovarios hasta la vejiga y los intestinos, y congelarlos en su lugar.

Se desconocen sus causas

Hoy en día aún se desconoce la causa de la endometriosis. Algunos especialistas sostienen que parte de la menstruación discurre por las trompas y cae hacia el abdomen, en lugar de ser expulsada al exterior. Sin embargo, esto ocurre en muchas mujeres que no desarrollan endometriosis.

Otra causa que se considera para su origen es que puede ser un posible defecto en la inmunidad encargada de la limpieza de microbios y células anormales en el abdomen. Las defensas son de menor calidad, lo que les impediría reconocer las células endometriales como “extrañas” (normalmente sólo dentro del útero) y dejarles paso libre para su siembra en los órganos internos.

Por otro lado, hay familias con una madre y varias hermanas afectadas por endometriosis, por lo que puede haber un componente hereditario. Actualmente se habla de la presencia de un compuesto químico llamado ‘lactato’ en los implantes peritoneales, cuyo aumento sugiere una participación en el desarrollo de lesiones de endometriosis.

Cómo se hace el diagnóstico

La ecografía es la técnica básica que apunta inicialmente al diagnóstico de endometriosis. El cuadro es relativamente típico: quistes ováricos con un patrón específico. También se realizan análisis de sangre, aunque no es una prueba que se utilice de forma rutinaria en el protocolo diagnóstico.

Estudios recientes indican un aumento del marcador ‘CA-125’ en sangre en mujeres con endometriosis, pero es inespecífico, ya que no todas las mujeres con endometriosis sufren alteraciones en este marcador.

La laparoscopia es una técnica operatoria que nos permite observar el interior del abdomen, permitiéndonos realizar un diagnóstico en muchos casos. Cuando el diagnóstico de endometriosis mediante ecografía no está claro, o cuando el marcador ‘CA-125’ mencionado anteriormente está muy alterado, el ginecólogo puede solicitar exámenes especiales como tomografía computarizada o resonancia magnética.

Los avances recientes en el diagnóstico de la endometriosis han llevado al desarrollo de nuevas técnicas no invasivas. Se están investigando biomarcadores en sangre y saliva que podrían ayudar a identificar la presencia de la enfermedad, permitiendo un diagnóstico más temprano y preciso.

El tratamiento depende generalmente de los síntomas y su gravedad, de la extensión y gravedad de la enfermedad, así como del deseo de maternidad de la persona afectada, por lo que la atención individualizada a cada paciente es fundamental para el manejo y abordaje de la endometriosis.

 
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