Como si fuera una película; Así fue todo el operativo de inteligencia ordenado por el general Luis Mauricio Ospina, comandante del Ejército, contra Leonardo Colmenares, yProfesora de inglés de su esposa, quien entabló una amistad a raíz de sus clases, lo que hizo que su esposo planteara dudas sobre los verdaderos motivos por los que se reunían periódicamente.
Según los medios, quienes hicieron esta denuncia fueron los mismos miembros de inteligencia y contrainteligencia del Ejército, “que se niegan a permitir que unos pocos abusen de su poder y tratar de dañar a una de las organizaciones más importantes del Estado en la lucha contra el crimen”.
Además, explicó el motivo de sus reuniones. con Lorena Ospina, esposa del comandante del Ejército: “Saludarla nada más, eso fue todo”. Dice que siempre tuvo sospechas de que lo seguían: “En los lugares donde trabajo, con mis alumnos, siempre veía gente extraña a mi alrededor, siguiéndome día y noche, y sin saber por qué”.
Según Semana, un equipo de contrainteligencia siguió a Colmenares durante varios días entre julio y agosto de este año. De hecho, el operativo llegó al punto que un agente civil, cumpliendo órdenes de Ospina, fue el encargado de seguir los pasos del ‘Maestro’ e incluso, para ganarse su confianza, por lo que lo localizó, habló con él, lo invitó a la salud y hasta buscó tomar clases con él.
“Hace tres meses, más o menos, me llamó una persona, una mujer extraña, en una videollamada, estaba más o menos tapándose la cara, eso me generó sospechas”, dijo el profesor, y agregó: “Ella me dijo que , Por favor, necesitaba unas clases para un examen, esto y aquello, y Me recibió en el World Trade Center. Le dije que no en persona, pero que con gusto le daría clases virtuales. Ella me dijo: ‘Necesito que vengas, si quieres nos encontramos en el World Trade Center y te invito un café’”.
Sin embargo, como ya tenía sospechas antes, decidió no aceptar, pues, según él, los motivos eran claros: “Imagínense lo que querían hacer, desaparecerme”.

Al insistir sobre si una de sus órdenes era seguir a Colmenares, insistió: “Le dije: necesito que verifiquen quién es esta persona”. Pero luego culpó a sus subordinados. “Ellos son quienes determinan qué hacen, si hacen seguimiento o qué tarea de inteligencia realizan”.