La historia de “Pogo”, el disco con el que Trotsky Vengarán intentó sobrevivir y terminó marcando muchas vidas

Había que gastar la bala de plata. eso es lo que sentí Trotsky se vengará, como tantas veces iba a sentir en sus 33 años: que ese era el último tiro, que todo iba a depender de que saliera bien. Que para sobrevivir, para que esta banda siguiera sosteniéndose, había que dar un golpe de gracia. Era el año 2003. Uruguay era un país herido, Guillermo Peluffo Se había ido a vivir a Chile y el grupo que hasta hace unos meses parecía agonizar sintió que, por primera vez, alguien les prestaba atención. No podía dejar que el brillo se desvaneciera. Había que quemar la última bala, y esa bala fue pogo.

Veintiún años después, los Trotsky ni siquiera intentan desentrañar el misterio. Dicen cosas que parecen convencerles, lo cual es una álbum en vivo de grandes éxitos, que antes la gente escuchaba los discos completos—y los desmienten minutos después, cuando Peluffo dice que muchos temas pogos Están en los espectáculos, pero no es lo mismo cuando tocan todos juntos, y Hugo Díaz Pregunta por qué y nadie puede responder otra cosa que “no sé”, “no sé”, “no sé”.

Lo que saben es que cuando se cumplieron 20 años de Pogo, en 2023, ellos, que se resisten a mirar atrás, comprendieron que había que honrarlo. Porque abrió puertas. porque nunca más Álbum de Trotski supo reflejar con tanta precisión la felicidad desbordante que se produce cuando esta banda y su público se encuentran. Porque para muchas personas, pogo Es la banda sonora de sus vidas, un disco al que siempre vuelven.

Por tanto, el próximo fin de semana lo volverán a jugar. Antes, la historia de un disco que quiso la salvación y se convirtió en un clásico del último rock uruguayo.

Cómo se hizo el disco “Pogo” y el duro camino hasta llegar a él

“Era la primera vez que me sentí parte de una banda de rock profesional”, dice Hugo Díaz en conversación con El País. Recuerdo la sensación de tener mucha gente trabajando para nosotros, que lo primero que hicimos cuando nos empezaron a ir bien las cosas fue poner un líder para que llevara las cosas, pero ese día éramos tres asistentes. Era Claudio Romandini grabando todo con Rafa Trabal que le ayudaba, venía Pata Torres a hacernos fotos a nosotros, a otras personas… Era ser parte principal de todo un andamio, y te dabas la vuelta y había uno, ‘¿qué necesitas?’”

El camino a las noches del 9 y 10 de mayo en los extintos Pachamama Había sido arduo. En 1999, Trotsky había lanzado el álbum yo no era eso, defienden, sonó, a la par de las bandas de punk californianas de la época; Habían firmado con el sello Universal, que había invertido mucho dinero en el álbum, y estaban convencidos de que algo iba a pasar. Pero nada pasó.

Deprimidos y sin rumbo, renovaron su fe cuando apareció Jaime Roos para producir durmiendo afuera (2001). De manera intermitente, trabajaron en este material durante dos años y terminaron “cansados, agotados” e “insatisfechos”: el álbum, lleno de canciones que se iban a convertir en imprescindibles (sobre todo gracias a pogo), no parecía Trotsky. Estaba “limpio”, dice Peluffo. “Después de dos años de tomar medidas, la ropa no me quedaba”.

Trotsky Vengarán durante la grabación del disco “Pogo” en Pachamama, 2003.

Foto: archivo TKY VGN

Los pocos fanáticos incondicionales que los seguían en ese momento sintieron lo mismo. Los punks se quejaron de que habían escrito una canción de The Clash sobre “Police On My Back” sobre ir a la cancha (“Tienes que saltar”). El golpe llegó de nuevo. La única alternativa era hacer un nuevo álbum.

Para entonces, Argentina ya había estallado en una crisis socioeconómica que repercutió en Uruguay, que en 2002 sufrió un exilio masivo. Estaba Peluffo, con un camión comprado en dólares, yendo a vivir a Chile, y estaba la pregunta de cómo iba a sobrevivir Trotsky, y estaba el director de la Sello Koala RecordsBeto García, advirtiéndoles que en ese contexto no había posibilidades de sacar un disco.

Pero mientras el grupo se componía algo pasó. En un X Festival conocieron a unas 2.000 personas hambrientas de temas de lapidación durmiendo afuera. “Parecía una película”, dice Díaz. “Nos miramos y dijimos: a la mierda”.

Ese día, los Trotsky –Peluffo, Díaz y Cuico Perazzo más Héctor Souto, en cuyo lugar se encuentra hoy Juan Pablo Granito— entendieron que ese disco que sus fans habían denostado había llegado a un público más amplio, que consumía todo lo que les brindaba la nueva ola del rock uruguayo. Entonces Todo lo contrario fue grabado, vio la luz con “Revertiré” como acertado tema de apertura, y fue un éxito “gigantesco”.

“Y estábamos muy preocupados por mantener vivo a Trotsky, porque por primera vez alguien nos prestaba atención”, dice Peluffo. Entonces, la solución milagrosa: pogo. Un disco en vivo que grabarían a sala llena, con entradas a 50 pesos para asegurar el agotamiento, con telón de fondo, con un repertorio infalible hecho con lo mejor que habían cosechado hasta ahora (“Ya era hora de mostrar todo lo que teníamos”). ”, dice Cuico), con el público en llamas. Un álbum que vino con el diseño de portada de Santiago Guidoti ya hecho: un provocativo homenaje a la Londres llamando por el choque— y que se completaría con la indicada foto que se haría Pata Torres.

Portada del disco “Pogo” de Trotsky Vengarán.

Foto de : Difusión

De aquellas noches recuerdan que la primera estaban rígidos, obsesionados por sonar bien, y que sólo en la segunda se relajaban. Que hubo temas como “Vestida para mata” o “El traidor” que no entraron en el disco porque no salieron bien. ¿A quién se le ocurrió el nombre? pogo por el perro de uno de sus amigos de la Banda del Cerro. Que luego alquilaron el estudio Circo Beat que tenía Fito Páez, pero llegaron al lugar para mezclar el disco y gracias a la grabación de algunos micrófonos ambientales y al trabajo de Romandini en la grabación, quedó todo ahí, listo para ser cerrado. Tareas de tres o cuatro horas.

En el libreto del CD escribieron con orgullo: “No se hicieron grabaciones adicionales ni nada extraño”. Es un disco “real live”, dicen.

pogo terminaría definiendo la carrera de Trotsky se vengará. Sería el disco que les salvaría, el que les impulsaría por un camino que, 20 años después, les encuentra trabajando más duro que nunca y orgullosos de su presente (“Ahora ves que puedes tocar cualquiera de las canciones que hechas en esa época y ninguna ha envejecido mal”, dice Cuico); el que abriría las puertas a todos los lugares. Y hay un efecto de reflexión. “Es increíble la enorme cantidad de gente que te dice: ‘es el primer disco de rock que escuché’, ‘me lo regaló mi hermano’, me gusta la plena y escucho a Trotsky por eso’, es increíble”, dice Peluffo. “Hay gente que descubrió a Trotsky a través de este álbum y descubrió el rock desde pogo. Y eso es lo que tiene Trotsky: es una puerta de entrada al rock and roll. Es así.”

Los espectáculos que se avecinan y la emoción de Granito

“Fue emocionante porque comencé a escucharlos en esos años, y verme ahí arriba tocando esas canciones fue muy emotivo. Es más, eran amigos en ese momento y todos lloramos”, cuenta el bajista. Juan Pablo Granitoel único de los cuatro que no estaba en la grabación original, en los cuatro recitales de pogo realizado en diciembre en La Trastienda. “Quizá no sean muy conscientes, pero es un disco que marcó muchas vidas”.

Esa celebración se repetirá este viernes, sábado y domingo en Caja de Música Montevideo (Redtickets), y los shows se grabarán para seguir generando recuerdos, dicen, y un poquito se cierra el círculo; El material será editado más adelante. Entonces tomarán pogo en el Vorterix de Buenos Aires, el 20 de julio, y tienen por delante presentaciones en México y Colombia, y una muy importante en septiembre en Montevideo.

Trotsky se vengará hoy: Juan Pablo Granito, Guillermo Peluffo, Hugo Díaz y Cuico Perazzo.

Foto de : Difusión

 
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