Manic Street Preachers, revisión de Lifeblood 20 (2024) – .

Manic Street Preachers, revisión de Lifeblood 20 (2024) – .
Manic Street Preachers, revisión de Lifeblood 20 (2024) – .

La generosa carrera de Predicadores callejeros maníacos Podría segmentarse en tres partes hipotéticas. El primero, el de vena y contenido más explícitamente punk que dominó los tres primeros trabajos del combo, con Richey Edwards todavía en la banda ejerciendo de letrista y bajista. El segundo sería lo ocurrido tras su desaparición (sin resolver) y la reinvención de James Dean Bradfield, Nicky Wire y Sean Moore como trío. Fue entonces cuando giraron hacia un indie-pop que ya no abandonarían, a partir del cual alcanzarían sus mayores éxitos coincidiendo con el auge del britpop. Un movimiento denostado por los galeses desde el punto de vista político, pero en el que su nueva faceta encaja estilísticamente como un guante.

Eran los tiempos de “Todo debe irse” (Sony, 96), “Esta es mi verdad, dime la tuya” (Sony, 98) e incluso “Conoce a tu enemigo” (Sony, 01), actuando como bisagra hacia la tercera (y última) etapa. Un viaje que bien podría haber comenzado con esta obra que ya cumple dos décadas y que, abiertamente rebautizada como “Sangre vital 20”, se reedita en una jugosa reedición en formato álbum-libro, con tres compactos, incluido el LP original y una buena dosis de material extra. El que hizo el séptimo disco en la carrera de Predicadores callejeros maníacos También podría considerarse un punto de partida hacia la etapa madura de la formación, inmersa sin descanso en una carrera que, desde entonces, ha dejado otras siete entregas posicionadas en torno a lo aceptable, pero sin duda lejos de la pegada de antaño.

Coproducida por Tony Visconti, “Alma” Fue (y es), en cualquier caso, un buen disco. Predicadores callejeros maníacos, con el combo destacando la presencia de sintetizadores (en una aproximación al synth-pop) y la mayoría de objetivos entre sus doce piezas, con la impronta incorruptible y (para bien o para mal) reconocible de los británicos marcada a fuego. Un mensaje que incluía ese agudo mensaje sociopolítico que, en la voz de Bradfield, resuena con fuerza. Aunque sólo se tomaron dos sencillos de la referencia –“Almas Vacías” y el espléndido “El amor de Richard Nixon”–, lo cierto es que la mayoría de los incluidos habrían cumplido el papel. desde la inicial “1985” a “El más allá de Cardiff”, pasando por los sentidos “Una canción para la partida” y “La soledad a veces lo es” o la vertical “Para repeler fantasmas”. ellos tambien trabajan “Vivo para quedarme dormido”medio tiempo “Siempre nunca”, el bonito “Emilia” cualquiera “Fragmentos.

Entre los generosos añadidos que ofrece la reedición destacan más de una decena de caras B de la época, con piezas tan interesantes como “Polaroids vudú”, “Camino torcido”, el lennoniano “Razas moribundas” cualquiera “Cuarentena (en mi lugar de)”. Igual de útiles son las tomas grabadas en directo en los estudios Maida Vale de la BBC, completando el asunto con una buena colección de rarezas, remezclas y demos para los más fans. En la práctica, es un placer reencontrarse. “Alma”un álbum que ha envejecido bien y que, con la perspectiva y asentamiento que le da el paso del tiempo, puede situarse en la zona media-alta del catálogo de Predicadores callejeros maníacos. Justo después de aquellos títulos que tuvieron su mayor impacto y también el logro artístico del grupo.

 
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