una historia”, la sensibilidad de un género – .

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“Indiepop: una historia” del escritor Ricardo Martínez, es una obra que transmite admiración y conocimiento por un género musical poco explorado. Ya en sus primeras líneas podemos vislumbrar la intención de abrir las puertas a un mundo donde la música por sí sola no es suficiente, ya que va de la mano de una propuesta estética, que hasta el día de hoy ha sabido posicionarse en esos espacios. alternativas que nos ofrece la escena underground.

Frank Zappa dijo: “La cultura oficial viene a tu encuentro, pero tienes que pasar al underground”. En esta frase, a mi juicio, se concentra el propósito de este trabajo: dirigirnos hacia aquellos lugares poco transitados de una escena musical que se caracteriza por vivir desde los márgenes.

En este sentido, el autor logra agrupar elementos distintivos de este género, desarrollando una visión que posiciona el indiepop como un estilo sin pretensiones, al amparo de una contracultura que quiere distanciarse de la industria, y abrirse hacia aquellas personas que entienden el sutilezas de la vida cotidiana: los popkidz o indiepopers.

En veintisiete capítulos, “Indiepop: una historia” recorre las primeras etapas del indiepop, partiendo de sus orígenes en la tienda Rough Trade del oeste de Londres, pasando por las influencias del postpunk y los sonidos new wave, que dieron vida a sus propias melodías. composiciones. del género, junto con los sellos musicales que fueron fundamentales en su desarrollo, como Elefant, 53rd & 3rd o la icónica Sarah Records. Este último calificado como un pilar fundamental para comprender la historiografía musical que se teje en torno al género.

Asimismo, bandas icónicas toman un lugar significativo, como The Pastels, The Wedding Present, Belle and Sebastian, Camera Obscura, por nombrar solo algunas. Y otros que han sabido destacar dentro de los matices que propone este estilo. Es el caso de Niza con Donosti Sound, La Casa Azul con totipop o el pop de cámara inglés de Pocketbooks, entre otros.

En este sentido, la lectura de la obra se convierte en un viaje inmersivo, apoyado en imágenes y canciones que pueden escanearse mediante códigos QR, facilitando la indagación a través de una hábil combinación de datos históricos, anécdotas personales y pasajes. de vida.

Vemos en “Indiepop: una historia”, un amplio abanico de datos y referencias, que además de ser eso, interactúan con la propia experiencia del autor, ofreciendo una perspectiva íntima y emocional que sólo puede venir de alguien que ha vivido y respirado. música indiepop profundamente.

Desde aquí entendemos la propuesta que hace de este libro algo más que un simple compendio informativo; la cercanía del autor a la sensibilidad única de este género, donde no sólo se abrazan las melodías, sino todos los elementos que conllevan un estilo de vida basado en la autenticidad y el amor por crear y expresar genuinamente, desde la creatividad, exaltando lo diferente y diferente como bastión del movimiento.

A través de los pasajes, Ricardo Martínez homenajea el indiepop desde su música y también de la comunidad que lo rodea: los cafés, las plazas, las tardes de invierno, los juguetes, la nostalgia de la infancia y la rebelión de la adolescencia. Ese encanto singular y característico que resuena en el popkidz, el fandom más nerd de la escena, que se desvive por ser parte de este mundo al margen, donde las máscaras de la industria son desplazadas por armonías brillantes, letras íntimas y estéticas. de antaño, escondido bajo los aleros del underground, y materializado en “Indiepop: una historia”. Un disco completo, cercano, auténtico y sentido de pop independiente.

 
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