Seamos sensatos: era prácticamente imposible que Immortal volviera a entregar algo tan majestuoso como sus anteriores Dioses del Caos del Norte. Del mismo modo, eso no quiere decir que lo que Demonaz ha podido crear completamente en solitario no sea de un tamaño bastante voluminoso. Mientras esperamos a que Wacken o Hellfest pongan sobre la mesa la astronómica cantidad de euros que necesitan Abbath y Demonaz para limar asperezas, ya veremos sin Horgh tras los parches, nos tenemos que conformar con esto guerra contra todos lo cual, como decíamos, no es que sea poca cosa.
Me atrevería a decir que ‘Thunders Of Darkness’, la segunda canción, es incluso mejor que ‘War Against All’. Cyclone black trabajo a destajo. Barrido helado y todo lo demás será barrido. ‘Wargod’ es la primera sorpresa. Hermana siamesa de ‘Tyrants’, es absurdo no establecer paralelismos entre una y otra. Llegando a la epopeya ‘No Sun’, que en cambio transporta inevitablemente en el corazón del inviernoo ‘Return To Cold’, que revisita los riffs secos y sencillos de maldito en negro cualquiera Hijos de la oscuridad del nortelo que se entiende es que Demonaz ha ideado aquí un repaso por todas las épocas de Immortal, mostrando a su vez que, tendinitis aparte, es y ha sido siempre la mente y el corazón de los escandinavos.
---Además de eso, se ha quitado un corte como ‘Nordlandihr’ del sombrero de copa. Si mi memoria no me falla, más allá de las intros estamos ante la primera canción instrumental de Immortal, un viaje por la escarcha que dura más de 7 minutos, con sonidos que tampoco habíamos escuchado nunca en el grupo. Y por si fuera poco, sacando aún más pecho, justo después recurre al sagrado nombre de ‘Inmortal’ para afirmar en las letras, directamente, que su propia figura personifica a este ente.
Viendo la insufrible porquería que Abbath está publicando actualmente y que ni siquiera se ha notado la salida de Horgh tras la enésima telenovela, tenemos que estar de acuerdo con Demonaz: Immortal le pertenece. Ante este trabajo uno se da cuenta de que el cantor y la guitarra es el sentimiento, el fraseo, las paradas, el universo y, en definitiva, el mismo Blashyrkh.
pau navarra