Babasónico regresó al Movistar Arena a puro brillo, sensualidad y sorpresas

Babasónico regresó al Movistar Arena a puro brillo, sensualidad y sorpresas
Babasónico regresó al Movistar Arena a puro brillo, sensualidad y sorpresas

Fuego. El espectáculo Babasónico del viernes comienza apenas 20 minutos después de la hora acordada y ráfagas de fuego rojo salen disparadas en cada extremo del escenario. Desaparecen y renacen de nuevo. Su intermitencia se ajusta a los altibajos de “Tajada”, el último tema publicado por la banda, que fue, a su vez, el que dio inicio al recital. La “excusa” para un nuevo encuentro masivo, como una masa de sensualidad, para reafirmar que la banda sigue liderando la escena pop argentina.

Con “Fizz”, el segundo tema, aparece el pogo que termina explotando en “Sin mi diablo”, un hit rockero de Infame, el disco que los reafirmó en la cima en 2003 y fue una síntesis de la década menemista que atravesó el país. Letras como “En el baile / Encontré a Satán desnudo / en una suite del Sheraton de Río / invitaron a la belleza de sus chicas / que con entusiasmo vivían para las orgías”, exponen la codicia y el derroche de diez años que, bajo la superficialidad y El “glamour” dejó desempleados a cientos de miles de argentinos.

Babasónico en el Movistar Arena.

Con “Adiós en Pompeya” Babasónico calma al público y da unos minutos de descanso. La canción tiene ritmos suaves y la fina voz susurrada de Adrián Dárgelos. Instantáneamente desataron nuevamente la locura con “Irresponsables”, otro hit de Infame. De nuevo, magia y fuego, en tiempos donde tanto se necesitan.

Luego de media hora se escucha “Hazme el amor hasta el amanecer y luego adiós”, la canción que dio nombre a su última gira, en la que la banda recorrió países como Estados Unidos, Irlanda, Israel, México, Uruguay y de Por supuesto, Argentina. “Adiós” pertenece a Zanjaun disco compuesto por once canciones que Dárgelos sabe plasmar de la mejor manera.

Con visuales psicodélicos recorriendo las pantallas, el cantante se desliza por el escenario de punta a punta, abriéndose la camisa, tocando el suelo, dándose vuelta: coquetea con su público. La esencia babasónica es precisamente esa, la de una sensualidad que recorre el cuerpo, un suspiro cargado de sensaciones, cálido, profundo, extenso. Canciones que muestran y ocultan a través de símbolos.

El fuego fue un elemento clave del espectáculo.

Foto: Prensa / Martín Bonetto

Quizás a mucha de la música actual le falta algo: la adrenalina que corre por el cuerpo cuando reconocemos, ante el más mínimo indicio de un acorde, lo que se avecina. Esa explosión popular se está dando ahora, el público levanta los brazos y comienza a saltar con el inicio de “Putita”, un tema versionado por diferentes artistas y cantado a lo largo de diferentes generaciones. Para deleite de las masas, Babasónico no se guarda nada y no reniega de sus éxitos.

“Sin piedad dejáis atrás una comitiva de vana idolatría” suena y la luz de los móviles ensombrece la puesta en escena del Movistar Arena. Le siguen dos de las canciones más escuchadas de Zanja: “Los mimos son mimos” y “Paradoja”. Para continuar con el esquema del dúo, continúan con “Carismático” y “Yegua”, ambos pertenecientes a Anoche.

Las luces marcaron el inicio del espectáculo.

Foto: Prensa / Martín Bonetto

Bajo un espectáculo de luces excepcional, la soltura de Diego Uma Rodríguez también supo deslumbrar a todos. A su característica versatilidad musical que incluye la guitarra, la batería y la voz, se suma un talento que no esconde en absoluto: el baile. Su repertorio incluye pasos dignos de géneros como el swing y el cha-chachá, que supo adaptar incluso en canciones con sonidos más electrónicos, como la seguidilla de la última parte del espectáculo, en la que “La Lanza”, “Deléctrico ” y “La pregunta”.

Las cuatro paredes que encierran el Movistar Arena no eran impermeables a la realidad política que se vive desde el 10 de diciembre. El recital tocaba a su fin, y luego de sonar “La Cuestión”, el público aprovechó la romper que la banda tomó para comenzar con el famoso: “el que no salta…”. Esta vez, el que no saltó votó por Milei. Y el público saltó. Fueron diez minutos de movimiento hasta que, con un tema dulce como “Ingrediente”, hubo paz.

Dárgelos fue el gran maestro de ceremonias.

La amplia variedad de géneros que canal Babasónico logra, a lo largo de los años -que ya son más de 30-, seguir renovando su audiencia y también sosteniendo a quienes lo siguen “desde Cemento”. Es así como la banda, a través de la novedad, ritmos pegadizos, una estética única que apela al romanticismo, la reflexión y la sensualidad, llena estadios como lo hizo en diciembre pasado en el Campo Argentino de Polo, y ahora con dos Movistar llenos; dejando altísimas expectativas para sus próximas fechas. Porque la música y la danza no paran, como el fuego que siempre aflora.

Babasónicos

-Viernes 14/6 y sábado 15/6 en el Movistar Arena.

Foto: Prensa / Martín Bonetto

 
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