Un avión tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto de Nueva Zelanda después de que uno de sus motores se incendiara en pleno vuelo. Se trataba de un Boeing 737-800 de Virgin Australia que tenía como destino la ciudad de Melbourne, Australia.
Todos los pasajeros desembarcaron del VA148 después de aterrizar de manera segura en el aeropuerto Invercargill de Nueva Zelanda “luego de un posible choque con un pájaro después del despegue del aeropuerto de Queenstown”. En el aeropuerto se montó un operativo con camiones de bomberos esperando el avión.
El incidente tuvo lugar unos 50 minutos después de despegar de Queenstown, alrededor de las 6 de la tarde, hora local. A bordo viajaban 67 pasajeros y seis tripulantes. Inicialmente se desconocía la causa del incendio, dijo la portavoz del aeropuerto de Queenstown, Chaterine Ning.
“Nuestros esfuerzos ahora se centran en brindar apoyo a nuestros invitados y tripulación, así como en transportar y alojar a los invitados en Invercargill esta noche y organizar su primer viaje a Australia”, agregó Virgin Australia en un comunicado.
“Créanme, pude ‘sentir’ las llamas mientras despegamos”, dijo un pasajero del vuelo en las redes sociales, según el periódico local The New Zealand Herald. “Estoy sentado justo detrás del ala derecha. Vista completa del espectáculo de luces”, añadió.
La tasa de colisiones de aves con aviones en los aeropuertos de Nueva Zelanda es de aproximadamente cuatro por cada 10.000 movimientos de aeronaves, según el sitio web de la agencia reguladora del aire del país. Las consecuencias de estos episodios pueden ser de distinta gravedad dependiendo del lugar de la aeronave en el que se produzca el impacto, del tamaño del ave y de la reacción del piloto, según la agencia.
