Un gaucho salteño perdió 200 kg de carne vacuna tras ser acusado de “cuatrero”

Un gaucho salteño perdió 200 kg de carne vacuna tras ser acusado de “cuatrero”
Un gaucho salteño perdió 200 kg de carne vacuna tras ser acusado de “cuatrero”

Timoteo Yonar, 52 años, es gaucho de nacimiento y siempre ha trabajado en Campo Quijano y Rosario de Lerma con ganado que se cría en los cerros de la zona. Tiene sus animales en la zona de Tajamar, a unos 15 kilómetros del pueblo, en medio de los barrancos de Corralito. Allí, además, planta patatas y maíz. Como muchos lugareños de la zona rural de Salta, vive de una economía de subsistencia, criando y consumiendo la carne de sus animales. El viernes no pudo llevar a su casa a caballo los 200 kilos de carne vacuna para repartirlos entre su familia y congelarlos para el invierno, por lo que decidió transportarlos en vehículo.

Ese día fue detenido acusado de formar parte de una banda de cuatreros en Campo Quijano, con carne transportada en un camión, según el operativo de la Policía Rural. Timoteo Yonar fue acusado de faena ilegal e incumplimiento del artículo 206 del Código Penal, que se refiere a delitos contra la salud pública. Sin embargo, la realidad es que no existía tal banda de cuatreros ni trabajo ilegal. Timoteo sólo transportaba carne de uno de sus toros para su familia. Lo obligaron a mirar, con una mano de hombre en la nuca, mientras incineraban su carne. Y luego lo llevaron a la estación de Flora y Fauna, donde terminaron de distribuir lo que quedó de la carne a los animales en la estación de protección ambiental.

“Me trataron como a un delincuente, me dijeron que era un cuatrero, pero no lo soy. Me detuvieron y me obligaron a ver cómo quemaban mi carne y luego entregaron el resto a los animales en la estación de flora y fauna. Me sentí humillada, nunca tuve problemas con la policía, nunca me arrestaron. Todo el mundo sabe que trabajé honestamente. La policía rural se aprovechó de mí. Ahora ¿quién me devolverá lo que perdí?

El hombre de la zona de El Tajamar, con una forma de vida heredada de sus padres, trabaja para sustentar a su familia. “Me piden faenar carne en un matadero autorizado, pero el matadero más cercano está en La Florida, en Rosario de Lerma, a unos 20 km, y el animal no va a caminar por ahí. Vivo a 8 horas en burro del camino más cercano a Corralito”, dijo.

“Toda mi vida he criado animales y ahora no me permiten comerlos. Muchos de nosotros somos expertos en trasladar (ganado) que sacrificamos a la granja. Mis animales tienen papeles y vacunas. No tengo nada ilegal”, dijo.

Dolor por ser tratado como un ladrón

“Lo que más me duele es que me hicieron quedar como un cuatrero. Somos cientos de lugareños que tenemos animales en los cerros. Entonces, ¿de qué vamos a vivir?” preguntó la víctima Timoteo Yonar. Muchos vecinos han expresado su solidaridad con Timoteo. En Campo Quijano este tipo de situaciones son frecuentes. Desde hace años, la carne de cabra se vende los domingos en la plaza de ese pueblo sin que nadie sea sancionado. Los estándares modernos a menudo chocan con la vida rural que aún se conserva en el interior.

Fue humillado y perdió 1 millón de dólares.

La infracción fue por transporte indebido de carne; El resto fue innecesario, según la víctima. Timoteo Yonar fue detenido a las 8:30 de la noche del viernes en el puesto de Río Blanco y permaneció detenido hasta las 6 de la mañana del día siguiente.

La acusación de sacrificio ilegal y de incumplimiento del artículo 206 del Código Penal, que se refiere a delitos contra la salud pública, derivó en el decomiso de la carne.

Agentes de la Policía Rural llevaron a cabo el operativo.

“Eran oídos sordos. En la Policía Rural de la circunvalación se burlaron de mí, se tomaron fotos con la carne y se rieron”, dijo Yonar.

Según el gaucho, los policías “tiraron la carne a los perros y a las zorras”. Me imagino que es el Gobierno quien debe mantener a estos animales y no nosotros, los pobres, que apenas sobrevivimos criando animales. No lo quemaron, se lo tiraron a los perros, a los zorros y hasta tienen encerrados a unos leones que quieren alimentar con eso”, dijo.

Con el decomiso de los 200 kilos de carne de res, el gaucho del Valle de Lerma no solo tuvo que soportar la humillación por parte de los uniformados, también perdió una importante cantidad de dinero, el total de la carne decomisada se estima en 1 millón de pesos aproximadamente. .

Luego del indignante momento que vivió Yonar frente a los miembros de la División Rural de la Policía de Salta, decidió exponer lo sucedido y presentar una denuncia. Muchos vecinos expresaron su solidaridad con el gaucho de Portal de los Andes y se sumaron a la indignación que le tocó atravesar y la pérdida.

 
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