Lo que ha salido a la luz con el gobierno de Petro causa disgusto, enojo y descontento. Un tipo disfrazado de progresista llegó a La Guajira prometiendo un cambio, ahora, de espaldas a la realidad social, sale a lavarse las manos como si nada, aseverando que el problema es que vinieron unos cachacos y robaron. Señor Presidente Petro, no sea irresponsable, respete a los guajiros, a esos cachacos, como Olmedo López, usted los nombró; Todo este andamiaje de corrupción fue orquestado desde el Palacio de Nariño, justo delante de sus narices, con funcionarios de alto nivel como Luis Fernando Velasco y Carlos Ramón González. Y hay que dejar claro que no todos son cachacos, también hay guajiros, como Bonifacio Palmar, ex alcalde de Uribia, a quien Dios le dio una oportunidad con el COVID y se salvó pero para actuar mal, como tantos de nuestros líderes, politizados y arrodillado ante el poder del día.
También el arrogante secretario general de la Cámara, Jaime Lacouture, graduado de la corrupta escuela de Ñoño Elías; Asimismo, el uribiano Germán “Manchi” Mejía, quien cuando era diputado aprobó un préstamo de 200 millones de dólares al corrupto exgobernador José Luis González para la revolución del agua, dinero que no se sabe dónde acabó y, como si Por si fuera poco, su hija María Alejandra Mejía, directora de la UNGRD, también forma parte de este carrusel. Aunque son guajiros, no actúan como tales, son individuos despreciables, que sólo piensan en sí mismos y en enriquecerse.
Y la senadora Marta Peralta tampoco se salva; El columnista Yohir Akerman la ha mencionado en varias columnas como parte de toda esta trama, que tiene a La Guajira en una crisis histórica, la peor. De todos modos, la senadora Martha Peralta tiene mucho que aclarar, debe explicar si también tiene negocios en salud con Luis Carlos Arizmendi, quien pasa tiempo con su hermano Alcides Peralta y también decir qué pasa en el Instituto de Bienestar Familiar con su alumno Rodrigo Elías Daza. .
Aunque, haciendo el equilibrio, el pueblo guajiro no sólo es víctima, por ejemplo, también son responsables esas 20.000 personas que vendieron su voto por un senador de Antioquia, Carlos Andrés Trujillo, autor intelectual de todo este desastre; Son gente ignorante que no valora su voto y prefiere cambiarlo por un día de ron, comida o un litro de gasolina, gente miserable que se vende por nada y perjudica a muchos, por lo que es muy difícil que el territorio mejore, porque además en La Guajira como en el Cesar, Magdalena, Atlántico y en toda Colombia hay un complejo sociológico enorme, admiran a los corruptos, los ven como sinónimo de éxito, por eso a la gente le encanta tenerlos en sus casas y tomarlos. fotos con ellos.
Es cierto que todos los gobiernos se han robado La Guajira y que los políticos locales no se han quedado atrás, pero lo que ha hecho el gobierno de Petro superó todas las expectativas, desde una entidad adscrita a la Casa de Nariño utilizaron el departamento para desarrollar una estrategia mafiosa. en sólo 4 meses, para financiar campañas políticas y comprar el Congreso para aprobar las reformas, algo que ni siquiera la derecha salvaje y corrupta se atrevió a hacer. El presidente Petro puede decir misa, pero no nos digan que no lo sabía y que no está en juego su honorabilidad. En La Guajira robaron más de 1.500 millones de pesos para llenar los bolsillos de sus aliados políticos. . Y lo hicieron a través de ollas comunitarias, jagüeyes, camiones cisterna, molinos, etc., y si no fuera por los medios nadie hubiera detenido esta feria de robos.
75 mil millones de pesos, para hacer 1.376 jagüeyes sólo para Uribia, un municipio de 8.200 kilómetros cuadrados, es algo enorme. Querían hacer una Venecia en el desierto, sólo necesitaban las góndolas. Definitivamente la corrupción es algo deleznable, pero más en un pueblo agobiado por el hambre, el desempleo y la pobreza, sumido en bloqueos permanentes que no dan solución alguna.
Ojalá la Fiscalía cumpla con La Guajira y gire las primeras órdenes de aprehensión antes de que los involucrados huyan, porque estamos cansados de que nos saqueen y roben, antes por la derecha y ahora por la izquierda. Presidente Petro pida disculpas a La Guajira, no sea tan descarado.
Por: JACOBO SOLANO C.* / @JACOBOSOLANOC
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