En primer lugar, el proyecto define un centro cultural como un espacio multifuncional donde se pueden realizar eventos artísticos como espectáculos, festivales, exposiciones, talleres, clases y más. No puede ser principalmente un lugar de baile.
En segundo lugar, la iniciativa clasifica estos espacios según el número de personas que pueden albergar:
-Clase A1: Hasta 150 personas.
-Clase B2: De 151 a 300 personas (máximo 500 m²).
-Clase C3: De 301 a 500 personas (máximo 1000 m²).
-Clase D4: Más de 501 personas (más de 1000 m²).
Registro y calificación
Los centros culturales deben estar inscritos en el “Registro de Usos Culturales” del Ministerio de Cultura de la Provincia y pueden inscribirse personas naturales, cooperativas, asociaciones civiles, mutualidades o empresas, incluso si se encuentran en proceso de constitución.
Los espacios podrán operar mientras tramitan su autorización, pero no podrán tener más de 150 personas y deberán seguir las reglas de la ley. Es necesario estar inscrito en el registro.
También podrán disponer de actividades complementarias como cafetería, bar, restaurante, estudio de grabación y galerías de arte, cumpliendo la normativa vigente. Se permitirán ciertos usos sin autorización adicional, como la venta de libros y discos, galerías de arte y bibliotecas, siempre que no ocupen más del 30% del espacio total. También podrán ofrecer alimentos y bebidas, cumpliendo la normativa vigente.
Los centros culturales deben ser accesibles para todos y cualquier instalación adicional, como calefacción o aire acondicionado, debe seguir las normas vigentes.
Cabe señalar que esta norma propone que los centros culturales de la provincia tendrán exenciones de impuestos y reducciones de tarifas. El Ministerio de Cultura se encargará de ello.
Por otro lado, los sistemas de luz y sonido deberán operarse desde una cabina segura en centros de mayor tamaño (Clase B2, C3 y D4). En los más pequeños (Clase A1), pueden estar en cualquier lugar.
Además, los espacios deberán contar con un botiquín de primeros auxilios.
Los centros culturales deberán presentar cada seis meses un informe de actividad a la Secretaría Provincial de Cultura y se dará un plazo de dos años desde la promulgación de esta ley para que los centros se adapten a la nueva normativa.
