Weghorst releva al intervencionista Koeman

La alarma generada en el centro de Hamburgo por un perturbado que fue asesinado a tiros por la policía tras amenazar a la gente con una especie de piolet, no perjudicó el extraordinario ambiente de un partido con alternativas que Weghorst resolvió en el tramo final, nada más. entrando en lugar de Memphis, pero en el que la afición estaba muy por encima de los jugadores. Aprovecharon la proximidad con Alemania, país fronterizo con Polonia y Países Bajos, para desplazarse en masa.

El equipo de Ronald Koeman ganó de forma justa, gracias a dos asistencias de Aké a Gapko y al delantero del Hoffenheim, pero le costó remontar ante un rival que se adelantó en una acción estratégica y fue castigado por retroceder excesivamente. Y cuando intentó estirarse, achacó las ausencias clave de Lewandowski y Milik. La ‘Oranje’ estará en octavos de final, pero debe avanzar para incluirse en el grupo de favoritos.

Ambos equipos demostraron que están lejos de su pasado glorioso en un evento con reminiscencias históricas. Hace medio siglo, el Mundial del 74, el ansiado duelo entre estos dos países no se pudo disputar. Se coronaron la República Federal Alemana de Beckenbauer y el Torpedo Müller, pero los holandeses y polacos fueron los más coloridos. Eran tiempos de Krool, Neeskens, Rep o Johan Cruyff en los tulipanes y de los polacos Zmuda, Deyna, Lato y Szarmach. Curiosamente, el antiguo estadio de Hamburgo, transformado para el Mundial de 2006, fue entonces escenario de un duelo icónico entre la ex comunista República Democrática Alemana y sus vecinos occidentales. Se jugó casi en la guerra fría y ganó la RDA.

Volviendo al presente, los efectivos de Koeman salieron mandón, inclinando el campo hacia Gapko, el mejor sobre el césped. El delantero del Liverpool parte por la izquierda, a pierna cambiada, y fue un problema para Frankowski, extremo del Lens. Inmediatamente avisó con un disparo raso, pero Juventino Szcesny demostró ser un gran portero. Luego hizo otra magnífica parada, tras una volea muy plástica de Van Dijk a modo de ariete.

Las marcas de recambio de Lewandowski

Polonia, sin embargo, defendió bien y sorprendió con un saque de esquina. Zielinski, el más técnico de los centroeuropeos, puso un balón tenso y Buksa, suplente de Lewandowski, se anticipó atrás. Gran cabezazo del delantero del Antalyaspor, defendido de forma incomprensible por Dumfries, lateral. Gapko, quién sino, se encargó de devolver la tranquilidad a su país en una acción un tanto afortunada, ya que su disparo pegó en un defensa. Memphis tuvo una gran ocasión que cruzó demasiado, pero a Holanda le faltó un puntero para clavar a uno de los tres centrales. Depay es peligroso, pero es un delantero flotante al que le gusta bajar y recibir.

Aceleró el conjunto holandés tras el descanso, algo más fiel a su idiosincrasia como equipo ofensivo. Cuando Aké y Dumpfries, sus dos laterales, avanzaron, los polacos se desorganizaron. Xavi Simons se desligó mucho y faltando media hora para el final el intervencionista Koeman le sustituyó por Malen, más profundo y desequilibrante por banda y un incordio para Zalewski, un falso lateral que ataca mejor que defiende. También destituyó a Veerman porque había que correr riesgos y el sustituto de De Jong estaba amenazado con una tarjeta. Enfrente, Probierz, el técnico que cambió la errática dinámica de la breve era de Fernando Santos, ya había hecho tres sustituciones. No le gustó algo. Sus compatriotas retrocedieron demasiado y la apuesta de Koeman en el tramo final por Weghorst y Frimpong en lugar de los exhaustos Gapko y Memphis le salió de maravilla. En el primero que disputó, el delantero del Hoffenheim resolvió el duelo. Nuevamente Aké participó. La ‘Oranje’ avanza.