Alejandra Salinas Molina, académica de la Escuela de Kinesiología, UNAB Sede Viña del Mar. Por el Día Mundial de Concientización sobre el Abuso y Maltrato contra la Vejez

Alejandra Salinas Molina, académica de la Escuela de Kinesiología, UNAB Sede Viña del Mar. Por el Día Mundial de Concientización sobre el Abuso y Maltrato contra la Vejez
Alejandra Salinas Molina, académica de la Escuela de Kinesiología, UNAB Sede Viña del Mar. Por el Día Mundial de Concientización sobre el Abuso y Maltrato contra la Vejez

El 15 de junio se celebra el Día Mundial de Concientización sobre el Abuso y Maltrato a las Personas Mayores, instituido por las Naciones Unidas en diciembre de 2011, cuyo objetivo es crear conciencia sobre la importancia de los derechos de las personas mayores, a disfrutar de una vida libre de abusos, violencia y abandono. Chile ha firmado la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, comprometiéndose con el reconocimiento de derechos, identificando y dando mayor visibilidad a los problemas que las afectan.

La ocurrencia de abusos contra las personas mayores va más allá del espacio familiar y, dada la diversidad de expresiones que tiene, entraña no pocas complejidades. Pese a ello, puede entenderse como un “acto único o repetido o falta de acción adecuada que ocurre dentro de cualquier relación donde existe una expectativa de confianza que causa daño o malestar a una persona mayor” (Action on Elder Abuse). Esta situación frecuente se ha invisibilizado y normalizado periódicamente, presentando además importantes dificultades para ser identificada y abordada.

Los tipos de abuso pueden ser individuales, intrafamiliares, pero también estructurales. Los más reconocidos son el abuso físico y psicológico, el abuso sexual, el abuso de propiedad, la negligencia, el abandono, el abuso estructural o social. El maltrato y el abuso pueden generar consecuencias complejas, afectando aspectos biológicos, psicológicos, sociales e incluso en el ámbito del funcionamiento e independencia de las personas mayores.

Si bien en la mayoría de los casos el abuso no es resultado de un solo factor, se pueden identificar algunos elementos de mayor riesgo para que esto ocurra. Dependencia, demencia y trastornos del comportamiento por parte de las personas mayores; estrés, sobrecarga y ansiedad por parte del cuidador; dificultades económicas, antecedentes de violencia en la historia familiar y hacinamiento se reconocen como componentes que favorecen el escenario de maltrato.

Otro punto que contribuye al maltrato y abuso contra las personas mayores es la fuerte presencia de estereotipos negativos en torno a la vejez, así como la marginación social que se ofrece a este grupo, situaciones que exponen la devaluación que se le ha dado a este grupo. etapa del curso de vida.

Finalmente, la sociedad debe considerar el maltrato y el abuso contra las personas mayores como un problema social y político, aceptando su existencia. De esta manera podrás hacerte cargo del problema, ya que no es sólo una cuestión individual o intrafamiliar, sino que también obedece a condiciones comunitarias, estructurales, de relaciones e imaginarios sociales a través de los cuales se constituye la vida en sociedad.

 
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