— ¿Es esta (Crisis de Octubre) una referencia válida de lo que está sucediendo actualmente?
— Relacionar esta noticia con algo ocurrido en octubre de 1962 es tan inapropiado como suponer que cada vez que un grupo naval estadounidense avanza por el Sudeste Asiático, deberían sonar las alarmas en Hiroshima y Nagasaki.
Hoy no existe Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ni el llamado campo socialista, la OTAN incumplió todas las promesas que hizo desde la desaparición de ambos de no expandirse hacia el Este, creando enormes riesgos estratégicos.
La instalación de sistemas de cohetes defensivos en Cuba en ese momento se produjo inmediatamente después de una invasión militar organizada por Estados Unidos contra la Isla (Playa Girón). El gobierno cubano siempre estuvo a favor de hacer pública tal iniciativa, las autoridades soviéticas se opusieron y el resto de la historia es conocida.
Hoy Cuba y Estados Unidos tienen relaciones diplomáticas formales y, por tanto, diversos canales para discutir estos y otros temas aún más sensibles. Estamos hablando de tres activos navales (un submarino, un petrolero y un remolcador) que llegan a un puerto cubano en una región donde Estados Unidos tiene 80 bases militares y muchos otros medios de dominación. Cuba ha divulgado soberanamente la información, con la suficiente antelación.
En los últimos años hemos recibido destacamentos navales de Canadá, Francia, España, Reino Unido, Japón, Holanda, México, Guatemala, Brasil, Jamaica, China y Rusia en visitas amistosas y cooperativas. La mayoría de ellos no han merecido la atención de la prensa internacional. De hecho, ya se anunció la llegada a Cuba, el próximo 14 de junio, de un buque de la Marina Real Canadiense, el HMCS Margaret Brooke. Hasta ahora los canadienses no han merecido titulares.
El 5 de julio de 2023, Cuba denunció la presencia de un submarino nuclear estadounidense dentro del perímetro de la Base Naval ubicada en el territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo, Cuba. Pocos medios de comunicación en países que se consideran aliados de Estados Unidos consideraron nuestras preocupaciones como noticia.
Por tanto, debemos situar cada hecho en su contexto y valorarlos objetivamente.
— ¿Hasta qué punto deberíamos preocuparnos por la situación actual?
— Si la pregunta se refiere al hecho particular de la visita, reiteramos lo dicho antes, en el sentido de que no debe tener un impacto más allá del plano amistoso bilateral Cuba-Rusia.
Ahora bien, si nos referimos a la situación actual en el contexto más general, tenemos muchas cosas de qué preocuparnos. El genocidio contra Palestina no cesa y la comunidad internacional no es capaz de articular una respuesta coherente para detener la masacre.
La OTAN insiste en la búsqueda de una solución militar en Ucrania, con el único objetivo de satisfacer a los grandes productores de armas. Los países que tienen mayores reservas de los minerales más codiciados son los que menos desarrollo tienen y son víctimas de constantes planes de desestabilización.
La humanidad en su conjunto no ha sacado las principales experiencias de la lucha contra el COVID19 y no se prepara para los próximos acontecimientos, mientras en todo el mundo proliferan los laboratorios biológicos financiados por instituciones militares.
Se está produciendo una cuarta revolución industrial que creará una mayor distancia entre los países más desarrollados y aquellos que han sido espoleados una y otra vez para garantizar el bienestar de los primeros.
Hay muchos motivos para preocuparse y ver el concepto de paz cada día como un objetivo a alcanzar y no como un logro compartido.
— ¿Cuáles son las posibles consecuencias, cuáles son los impactos reales inmediatos y las amenazas a tener en cuenta, incluso si aún no han ocurrido?
— El tema que le preocupa no tendrá otras repercusiones más allá de la finalización de la visita a Cuba. En todo caso, quedará en la historia como otra oportunidad para llamar la atención sobre los problemas cubanos en un sentido negativo y, en el proceso, fomentar sentimientos antirrusos.
Curiosamente, la prensa es muy activa a la hora de abordar determinadas cuestiones, pero rara vez vuelve la vista atrás sobre lo ya dicho y no reflexiona sobre si estaba apegado a la verdad o no. Sólo en los últimos años se ha especulado sin límites sobre supuestos ataques a la salud de diplomáticos extranjeros radicados en La Habana, sobre la supuesta presencia militar de Cuba en Venezuela. Se ha hablado una y otra vez de supuestas estaciones de espionaje chinas en la Isla y ahora surge una “preocupación” por la visita de tres activos navales.
No hay información sobre la inexplicable permanencia de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, elaborada por el Departamento de Estado, y los impactos que ello conlleva para su economía.
No se dice que Cuba sea uno de los países que más ha contribuido a la paz, no sólo en Colombia, sino en todo el continente. No se dice que Cuba sea el único país que ha organizado dos cumbres del Movimiento de Países No Alineados (1979, 2006) y dos cumbres del Sur o G77 más China (2000, 2023), lo que implica un gran apoyo de la comunidad internacional.
Fuente: Tomado de Cubaminrex
