Hace dos semanas, Emanuel Ponce (29) vivió una pesadilla. El futbolista chileno que juega en El Riverside Olympic de Australia (2ª División) fue víctima de una situación reprobable y eso generó revuelo en el país oceánico. “No lo hice público ni lo comenté con mi familia. Lo descubrirás con esta entrevista. “Quería ganar el juicio antes de contarlo”.le dice a AS.
¿Qué pasó? Sam Tooze, jugador del club Clarence, hizo comentarios racistas y se tocó los genitales en pleno partido. El ex Santiago Morning informó al árbitro, pero este no hizo nada.
“Aparte de decirme cosas racistas como “hazte el mono, negro de mierda, a los chilenos les gusta el dedo en la c…”, luego empezó a marcarme, pero tocándome las partes íntimas, mis genitales, mi trasero y quedó todo grabado, porque aquí Transmiten los juegos. Todo quedó grabado. Cuando fui a avisarle al árbitro unas tres veces que prestara atención al número 10, me ignoró por completo. Corrí hacia él tres veces y me ignoró. Cuando terminó el partido hice una denuncia ante la federación australiana”, relata a este medio.
– ¿Qué pasó después?
– Revisaron los videos y se podía escuchar todo. Cuando el chico me dijo cosas malas delante de los niños y no pude reaccionar porque había muchos pequeños viendo el partido, entonces ¿te imaginas que le di un combo en la cara? Uno, me iban a sacar tarjeta roja y dos es que no iba a ser un ejemplo para los niños de la academia donde juego.
– Presentó una denuncia y hubo juicio. ¿Cómo se resolvió todo?
– Lo denuncié por racismo y porque empezó a tocarme de manera inapropiada. En el juicio fue suspendido por 18 partidos, además de una multa económica por parte del club. Ganamos el juicio, la noticia salió aquí en Australia. Y después de ganarlo jugué este fin de semana y marqué un doblete y uno de los goles está nominado a lo mejor de la temporada.
– ¿Cómo fueron las horas después de lo que te pasó?
– Le dije a mi entrenador Helder que entiendo que sacarte del juego es parte del juego, pero actuar al revés va en contra del deporte. El club me apoyó y me apoyó en todo. Muchos de los niños de la serie menor tienen padres extranjeros, asiáticos, africanos, etc., por lo que tomamos la decisión de denunciar el caso.
– ¿El perpetrador se comunicó con usted?
– No. Ni el jugador ni el club pidieron disculpas jamás. Cuando fuimos a la cancha lo primero que dijeron él y el entrenador fue que no estaban de acuerdo conmigo, que lo que pasó es parte del juego.
– ¿Recibiste apoyo de tus compañeros o de la asociación?
– Sí, los compañeros aquí mismo en Australia me dijeron que fui valiente, que hice lo correcto, que mi reacción fue buena, avisando al árbitro tres veces. Tengo todo el apoyo.
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