Fueron amantes a distancia durante tres años hasta que ella vino de Venezuela a buscar el amor. – .

Fueron amantes a distancia durante tres años hasta que ella vino de Venezuela a buscar el amor. – .
Fueron amantes a distancia durante tres años hasta que ella vino de Venezuela a buscar el amor. – .

Allá por 2018, Alejandro era un joven de 15 años en otro país, con pocos amigos y con las redes sociales como herramienta de intercambio.

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María Isabel Sánchez

Naymibel López también tenía 15 años, vivía en Cabimas, con sus tíos y su abuela. Era una adolescente muy cariñosa y compañera de su tía, quien la crió como a su hija. Ella tampoco era muy partidaria de las relaciones personales y muchas veces se escondía detrás de las redes, lugar donde se sentía cómoda y hasta atrevida.

Con la ayuda de las redes sociales.

Quizás porque tenían un amigo en común, el algoritmo sugirió que agregaran a Alejandro a sus redes y así lo hicieron. Comenzaron a chatear a través de su cuenta de Facebook y luego se unieron a WhatsApp.

“Nunca nos habíamos conocido en persona, nos habíamos reunido en varios lugares que ambos frecuentábamos, pero nunca llegamos a conocernos”.. Le envié una solicitud de amistad, siempre estuve en las redes, siempre online”, relató la joven. LMNeuquén, sobre los inicios de su historia de amor.

Estos jóvenes, de apenas 15 años, pasaron todo 2018 charlando, día y noche. Ambos sentían que tenían muchas cosas en común y disfrutaban escucharse y compartirse a pesar de los 8 mil kilómetros que los separaban. “Fue bastante extraño porque yo nunca había conocido a alguien con quien compartiera tanto, él nunca había tenido novia, ni siquiera la intención de tenerla”, dijo.

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Naymibel y Alejandro, en una de sus charlas.

A pesar de esa conexión que los dos sentían, ninguno había reunido el coraje para declarar su amor al otro. Fue solo un año después que Alejandro le dijo a Naymibel que le gustaba alguien y que no se atrevía a decírselo porque no sabía si ella sentía lo mismo.

“Me gustas”, le dijo tímidamente en una de esas eternas conversaciones que tenían todos los días. “Y yo estaba como en las nubes, no me lo esperaba, en ese momento estaba complicada con mi vida, no tenía autoestima, no tenía amor propio y que alguien me dijera que le caía bien Fue como un “wow”, mucho “a mí también me gustó, pero ni siquiera se me pasó por la cabeza decírselo”, recordó con una sonrisa y su tono de voz neutro, del que casi no quedan registros de su Venezuela natal.

declaracion de amor

Con amor declarado, charlaron sobre lo complicado que sería tener una relación a distancia, principalmente porque eran muy jóvenes, pero decidieron seguir adelante de todos modos. Ya saliendo, ambos hablaron con sus familiares para informarles del inicio de su relación. compromiso.

Con el paso de los días y los meses, Naymibel empezó a pensar que no podrían tener una relación a distancia por el resto de sus vidas. Que en algún momento uno de los dos debería ir al encuentro del otro. Sabía que las cosas estaban complicadas en Venezuela y que la familia de su novio acababa de emigrar a Neuquén huyendo de esa situación, por lo que regresar no era una opción. Ella debería ser quien tome la decisión. Pero aún eran menores de edad, por lo que ese tan esperado encuentro se retrasó.

Mientras tanto, aprendió sobre maquillaje de la mano de su tía que tenía un salón de belleza, aunque no fue fácil pensar en trabajar para juntar dinero y emigrar.

Llevaban tres años saliendo a distancia y las cosas empezaban a complicarse. Aunque hablaron durante horas, hubo pocas videollamadas. Eso no le gustó mucho y los evitó. En ocasiones los mensajes pueden malinterpretarse y generar desacuerdos. “Pero siempre tuvimos buena comunicación y siempre fuimos honestos con nuestros sentimientos y creo que eso ayudó mucho a que todo saliera bien”, explicó la joven.

A punto de cumplir 18 años, él comenzó a trabajar como diseñador gráfico y ella como maquilladora, por lo que a veces les resultaba difícil verse durante el día y su encuentro solo se daba por la noche. Pasaron todos los días charlando entre las 22:00 y las 4:00 horas.

“A él no le gustaban las llamadas de ningún tipo, siempre fue muy tímido pero sí nos enviábamos fotos todo el tiempo de lo que hacíamos, de lo que comíamos, si salíamos”, recordó.

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María Isabel Sánchez

Fue una tarde de mediados de 2021 cuando la joven le dijo a su novio que empezaba a sentirse un poco vacía por estar alejada de él y que ya no sabía qué iba a pasar con ellos. Casi sin pensarlo, o más bien después de haberlo pensado mucho, la respuesta de este joven fue la propuesta de pagar el viaje y gastos para que su novia llegara a Neuquén. “Dije que sí”, confirmó.

una pareja fuerte

La familia de Naymibel pensó que no sería buena idea que ella se fuera a 8 mil kilómetros de distancia, en otro país, con costumbres diferentes y con un novio al que nunca había visto en persona. Fue pasando el tiempo, se hicieron adultos y con eso se abrieron las posibilidades para tomar su propio destino.

La joven conoció a la abuela y a los tíos de su novio que aún vivían en Venezuela y supo que ellos también querían venir a Neuquén, lo que fue un respiro para esta joven que nunca había salido de su país. “Tenía miedo de ir sola, así que saber que haría el viaje con parte de la familia de mi novio fue una alegría para mí”El confesó.

Ahora todo parecía más seguro. Iniciaron los trámites migratorios, aunque no pudieron obtener su pasaporte. “Misión imposible en Venezuela”, dijo la joven que descartó el avión y confirmó un viaje largo, con varios kilómetros por tierra.

“Cuando me dijo que ya habían comprado los boletos fue como si me tiraran un balde de agua helada, no lo podía creer, era algo que veía imposible pero que ya era una realidad. Es una cultura muy venezolana ver todo lo negativo, esperar lo peor. Entonces pensé que algo iba a salir mal, que no iba a poder viajar y que nunca nos íbamos a encontrar”, recordó.

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Los boletos eran en diciembre de 2021 y eran para viajar en febrero. Tuvo que pasar más de un mes para que esta pequeña se atreviera a decirle a su familia que se iba a Argentina después de su gran amor.

El apoyo que recibió, que ambos recibieron, de los padres de Alejandro ayudó mucho a que este encuentro se concretara. En Colombia todo fueron nervios para esta chica que dedicó esos días a ultimar todos los detalles para este cambio de vida.

“Cuando les conté a mis tíos y a mi abuela fue como una montaña rusa de emociones, al principio se enojaron, pero después que pasó el enojo me apoyaron mucho, y aprovechamos esas últimas semanas que pasamos juntos, no No te separas de nada. Sabían que había estado sufriendo mucho por estar lejos de mi novio y que eso me iba a hacer feliz”, dijo con un nudo en la garganta.

Para Naymibel todo parecía un sueño, no podía creer que una familia que no la conocía en persona la estuviera ayudando tanto, sentía que en cualquier momento iba a despertar de ese sueño y confirmar que las cosas estaban bien. diferente.

El viaje a Neuquén

Llegó el 10 de febrero de 2022. Toda la familia se reunió para despedirse de ella. Aunque hubo llantos y preocupación, también hubo muchos deseos de felicidad y amor. Y esta joven salió de su ciudad con los tíos de su novio y su abuela. Como no tenían pasaporte, sabían que tenían un viaje largo. Tardó 10 días a Neuquén. Pasaron por Maracaibo, Caracas, Bolívar, Santa Elena, Pacaraima, Boa Vista, Foz Iguazú y Misiones, Buenos Aires: Terminal Neuquén.

El cansancio, la angustia y la ansiedad se apoderaron de aquella joven enamorada y cuando ese autobús entró a la Terminal el miedo era muy fuerte. Naymibel caminó, pero de espaldas. Dejó que cada uno de los pasajeros bajara antes que ella. Incluso cuando logró bajarse saludó primero a su suegra y dejó a su novio para el final.

Alejandro la estaba esperando con un arreglo en la mano. Se trataba de un globo con chocolates que decía “bienvenida cariño”, como solía llamarla en sus chats de WhatsApp.

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El día que finalmente se conocieron.

“Cuando nos abrazamos fue algo increíble para los dos. No puedo describirlo, una mezcla de alegría y nostalgia”, intentó describir la joven. Ese día no hubo beso. A pesar de años de noviazgo, el beso de esta pareja llegó sólo tres días después. ¿Tres días después? “Sí necesitábamos un empujón y mi tía de Venezuela me lo dio. Me preguntó si ya nos habíamos besado y cuando le dije que no no lo podía creer, entonces le mostré ese mensaje a mi novio y él me besó muy despacio”, recordó.

La joven vivió inicialmente en casa de unos amigos de la familia de su novio, consiguió trabajo en un salón de belleza y comenzó a construir su perfil neuquino como maquilladora. “Me iba muy bien, tenía muchos clientes, eso fue bueno porque en Venezuela nunca había podido hacerlo”, dijo.

Propuesta de matrimonio

La pareja la pasó muy bien, compartieron todo lo que les pasó, se contaron sobre sus trabajos, caminaron. Una tarde de invierno Alejandro le propuso a su novia ir al río. Ella le dijo que tenía que hacer algunos videos, en ese momento estudiaba edición.

“Y me dio la excusa de que quería grabar algunas tomas. Me sentí mal por el frío, pero de todos modos fui con él. Llegamos y él instaló su trípode y su cámara y yo di unos pasos observando la belleza del lugar. Cuando me doy vuelta lo veo arrodillado con un anillo en la mano. Tenía más frío de lo que tenía. Siempre había sido mi sueño casarme, en Venezuela es común casarse joven y mi sueño se estaba haciendo realidad allí”, describió con emoción en su rostro y recordó que se fusionaron en un abrazo que terminó con el anillo de compromiso en su dedo.

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María Isabel Sánchez

En noviembre de 2022 se casaron. Tuvieron cuatro meses para organizar su boda. La mayor preocupación de la joven era su vestimenta. Empezó a buscar diseñadores y todos sus presupuestos excedían el suyo.

“Mi familia en Venezuela estaba súper feliz y mi tía, que también es costurera, siempre había soñado con hacerme el vestido. Entonces, en el momento en que se enteró del compromiso, se molestó porque no iba a poder hacerlo. Pero unas semanas después nos enteramos que “una amiga que vivía cerca de mi casa venía a Neuquén y le vino perfecto traerme el vestido”, revivió emocionada.

Su tía se puso a trabajar y con mucha paciencia, amor y conocimiento le cosió el mejor vestido que jamás le hizo a su sobrina. Ese sueño se hizo realidad y Naymibel pudo disfrutar de su boda con un gran regalo de su familia.

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Naymibel luciendo el vestido de novia que le confeccionó su tía desde Venezuela.

Como la mayoría de las bodas de inmigrantes, todos los invitados ayudaron a que esto sucediera. Si bien los novios e incluso casi todos los invitados eran venezolanos, la fiesta fue muy argentina con asado como plato principal y cerveza y fernet para beber.

Luego de esa inolvidable noche con varias horas de baile y canto, la pareja se mudó sola, aunque hace unos meses el costo del alquiler se volvió muy alto por lo que decidieron compartir departamento con los padres y la hermana de Alejandro.

Ella maquilla, él edita vídeos y ambos tienen varios clientes como community managers. Trabajan juntos y lo disfrutan, aunque cada uno también tiene su tiempo a solas.

“Me gusta Neuquén, me encantó desde el primer día que llegué, la verdad que aquí se me abrieron muchas puertas, tuve oportunidades increíbles, y no sólo en el trabajo, sino también con mi amor con quien soy cada vez más feliz. El día parece como si fuera la primera vez, seguimos sintiendo la misma emoción cuando nos vemos. Somos dos personas creativas juntas y cada día es una aventura diferente”, concluyó.

Fueron amantes a distancia durante tres años, ella vino de Venezuela

 
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