Dos empresas textiles cerraron sus plantas y despidieron a más de 300 empleados en La Rioja y Catamarca

Dos empresas textiles cerraron sus plantas y despidieron a más de 300 empleados en La Rioja y Catamarca
Dos empresas textiles cerraron sus plantas y despidieron a más de 300 empleados en La Rioja y Catamarca

Las plantas, de gran capacidad y especialización, realizaron tareas de diseño, moldeado, confección, estampación, bordado, apliques y acabados y produjeron para grandes marcas, como Grisino, Cristóbal Colón y Cheeky.

Según delegados de la AOT, los empleados fueron informados que se les daría 48 horas de descanso, situación que generó dudas y Obligaron a los trabajadores a hacer guardia frente a las plantas..

Tanto el sindicato como las Secretarías de Trabajo de ambas provincias habían intervenido previamente en el conflicto porque las empresas venían con atrasos en el pago de salarios.

Los propios empleados Observaron movimientos durante la noche. en las dos fábricas y denunciaron esta situación al AOT y se convocaron, temiendo que les quitaran las máquinas.

En La Rioja, donde hubo 143 despidos, un delegado provincial del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), informó que hicieron la denuncia a impedir un intento de extraer máquinas y materiales. La secretaria del Trabajo, Myriam Espinosa, indicó que los propietarios atribuyen los cierres a una fuerte caída en las ventas.

Por su parte, en Catamarca continúa la toma de la fábrica por parte de los 124 trabajadores despedidos, incluso de noche, mientras hay guardia policial en las puertas.

La Dirección de Inspección del Trabajo (DIL) de Catamarca elaboró ​​el acta de cierre, documentación clave para que los gremios textil y de confección exijan pago de salarios perdidos y 100% de la indemnización.

Según una encuesta realizada por la Fundación Protejer, El 87% de las empresas del sector textil registraron una caída de sus ventas en el primer bimestre de este año. Además, las firmas consultadas señalaron que tuvieron una caída del 35% en la demanda. Casi todos atribuyen esta dinámica a la pérdida del poder adquisitivo de la población.

La caída de las ventas de textiles va acompañada de un aumento de los precios: en los primeros tres meses del año, el rubro acumuló un aumento del 33% contra el 51,6% acumulado, mientras que en marzo subió el 11%.

En 2023, la ropa subió un 169% frente a una inflación del 210%; mientras que en 2022 había crecido un 120,8% frente a un aumento general del 94,8%.

 
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