La situación de orden público en el suroeste del país sigue siendo grave, por lo que se ha reforzado la presencia de militares en la zona. En esa zona del territorio nacional se libra una lucha contra las disidencias de las FARC, quienes han sembrado el terror mediante ataques contra la fuerza pública y la población civil.
Según información, los militares que atienden la situación de orden público en ese territorio denunciaron violencia y maltratos en su contra. Varios miembros de la institución, entre suboficiales, oficiales y soldados, se quejaron del trato que les brinda la población civil.
Según datos revelados, delincuentes difundieron discursos violentos en los que acusan al Ejército Nacional de ser una institución temible. Al parecer, con ayuda de megáfonos y otros medios, recorren los pueblos asegurando que los militares son unos monstruos que deben ser destruidos.
Los disidentes estarían aprovechando los escándalos en los que se ha visto envuelta la institución para generalizar. En los mensajes de odio que difunden entre la población se refieren a crímenes cometidos por algunos militares, como violaciones y otro tipo de ataques contra civiles.
“Dicen que somos violadores de los derechos humanos y que atacamos a la población civil sólo para dañar nuestra imagen ante la opinión pública”, dijo uno de los uniformados en la entrevista.
“Hemos estado en zonas donde no somos bienvenidos en sus territorios. Por eso en ocasiones nos han sacado viendo que somos lo peor para ellos”, dijo otro soldado.
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