El agua deja en el aire las casas de 90 familias de Bucaramanga

Los habitantes del sector Betania, al norte de Bucaramanga, se encuentran en constante angustia porque cuando llueve, el agua brota del suelo y está socavando las bases de dos torres. La mayoría de las personas que viven allí son víctimas de la violencia y temen que esta situación les arrebate su hogar.

Este es el hoyo que se hace más profundo cada vez que llueve debido a las aguas que brotan y en busca de una salida quitan la tierra de debajo de las torres. El agujero ya tiene más de un metro de profundidad y más de 70 centímetros de ancho. A través del muro que queda a la vista, que linda con los departamentos, el agua se cuela y sale por las conexiones eléctricas y las paredes de las viviendas. Foto: Marco Valencia / Vanguardia

Cuando llueve en la urbanización Betania, al norte de Bucaramanga, los vecinos de algunos departamentos viven una pesadilla. Los escurrimientos subterráneos comienzan a burbujear y filtrarse a través de paredes y conexiones eléctricas, desatando inundaciones que afectan sus pertenencias y ponen en riesgo sus vidas.

Además, esas mismas aguas que se filtran hacia los departamentos están socavando los pisos de dos torres, donde viven unas 60 familias, lo que está dejando las estructuras en el aire con el posible riesgo de que cada vez que llueva las aguas carcoman el suelo. desestabilizarlo y puede producirse un supuesto colapso.

Para colmo, esta urbanización se encuentra en medio de una falla geológica que ya ha hundido el Colegio Villas de San Ignacio, una estructura que nunca llegó a utilizarse porque el movimiento de tierra impidió su puesta en marcha, y que ha colapsado la vía entre Café Madrid y El Palenque. , en el sector conocido como ‘Paso malo’.

Ante esta situación, las familias que allí residen, en su mayoría víctimas de violencia, interpusieron una acción popular para que las autoridades tomen cartas en el asunto.

El abogado que representa a los vecinos de Betania, William Duarte Pico, explicó que buscan respuestas a cuatro preguntas específicas: una, si la comunidad está en riesgo; dos, si los riesgos pueden mitigarse; tres, que se dé solución definitiva al problema; y cuatro, determinar si la falla es de naturaleza geológica o hidráulica.

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Zoraida Prada García llegó a vivir a Betania en octubre de 2015. Se instaló allí porque fue reconocida como víctima de la violencia y el departamento que le entregó el Estado fue una compensación por los siete hechos victimizantes que vivió, algunos a manos de las FARC. y otros por los paramilitares.

Pensó que iba a empezar una vida tranquila, lejos de las preocupaciones y miedos que le provocaba la guerra. Sin embargo, ahora “tengo miedo de vivir aquí, vivo con ansiedad, cuando llueve no puedo superar los nervios, veo el agujero debajo de la torre y me parece terrible”, dijo la mujer.

Según ella, el problema con el agua se debe a que un arroyo pasó por el terreno donde se construyó el proyecto habitacional, pero la constructora del Instituto de la Vivienda de Bucaramanga (Invisbu) no adecuó los filtros para canalizar el agua.

“Cuando llueve, llueve más adentro que afuera, el agua se mete bajo tierra y va abriendo un agujero. Tengo miedo de que haya un terremoto y esto se derrumbe”, afirmó.

El hueco está registrado en el muro entre la torre uno y la torre dos. Según la Alcaldía de Bucaramanga, la falla allí se debe a una mala gestión de las aguas subterráneas, que no genera daños estructurales. Foto: Marco Valencia / Vanguardia

Javier Flórez Báez también vive en Betania, fue desplazado por la violencia en Puerto Wilches en 2001 por un grupo armado desconocido y llegó a Bucaramanga en busca de un futuro mejor. Al igual que Zoraida, fue beneficiado para acceder a una vivienda por su condición de víctima, sin embargo, hoy siente que el sufrimiento por ese desplazamiento se repite por la preocupante situación en la que se encuentran las bases de la torre en la que se encuentra. reside.

Según Javier, cuando llueve se genera una inundación debajo de la torre y poco a poco se va quitando la tierra. Si “esto sigue así, la estructura que sostiene las torres quedará en el aire y ¿qué pasará? “Ocurrirá un terremoto y eso nos afectará”, dijo el hombre.

Para él, antes de construir el proyecto de viviendas, fue necesario un estudio de suelo, pues por allí pasaba una quebrada que fue tapada por la obra y por eso ahora corre el agua.

Graciela Moncada Espazar, habitante de Betania y también desplazada por la violencia en 2002 y 2006, es quizás una de las más afectadas. Su apartamento está en el primer piso y ella estaba en un nivel más bajo que los demás, ya que las paredes de atrás dan a la montaña. Cuando llueve, el agua se cuela por las paredes y enchufes, pero no son gotas ni humedad, son chorros de agua que inundan el hogar.

“El riesgo aquí está latente, porque veo que los muros se están deteriorando cada día. Hemos intentado hacer reparaciones por dentro, pero el agua sigue goteando”, dijo la mujer.

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Los afectados piden a las autoridades que les presten atención y tomen medidas antes de que ocurra una tragedia. “Queremos que miren esto antes de que ocurra una catástrofe”, pidió Javier Flórez Báez.

El abogado de los afectados, William Duarte Pico, dijo que si bien hay afectaciones por el mal manejo de los residuos, hay responsabilidades que se deben asumir y dar una solución efectiva.

Graciela Moncada Esparza señala una de las paredes por donde se filtra el agua. Cuando llueve, la cantidad de agua que sale es tal que parece una tubería y el caudal es tal que inunda todo el departamento. Al igual que ella y las demás familias, piden atención para resolver la angustia que atraviesan cada vez que llueve. Foto: Marco Valencia / Vanguardia

Visita de la Alcaldía de Bucaramanga

La Alcaldía de Bucaramanga visitó Betania el pasado 23 de mayo para dar cumplimiento a la Acción Popular. Luego del recorrido se pudo constatar que: los daños en las torres son causados ​​por un mal manejo de las aguas superficiales y subterráneas, lo que ha provocado la aparición de cárcavas (hoyos) y genera humedad en los muros; los muros de contención no cuentan con un sistema de drenaje adecuado para garantizar el manejo de las aguas subterráneas; La cárcava o brecha que se generó entre las torres 1 y 2 es producto de un mal manejo de las aguas superficiales, aparente mala compactación y falta de mantenimiento en los canales perimetrales de las torres; Las afectaciones al interior de los departamentos no se deben a fallas estructurales que puedan generar inestabilidad o colapso, son afectaciones por fallas de planificación urbana.

Las visitas continuarán para caracterizar la zona y encontrar una solución.

 
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