El biólogo marino y conservacionista colombiano Fernando Trujillo fue elegido ganador del premio Rolex National Geographic Explorador del Año 2024. Trujillo es uno de los principales expertos en delfines de río del mundo y ha recorrido más de 70.000 kilómetros investigando a su alrededor.
En entrevista con EL TIEMPO habla de la importancia de viajar y estudiar el país, pero también de conservar la Amazonía. Asegura que “su corazón” está en Puerto Nariño, un pueblo que todo colombiano debería visitar.
¿Qué significa para usted, que lleva años, especialmente explorando el Amazonas, este reconocimiento de Explorador del Año de National Geographic?
Lo recibo con gran honor. Realmente me tomó por sorpresa. Desde 2008 soy explorador de National Geographic y llevamos tres años trabajando con Perpetual Planet Amazon Expedition. Creo que es un reconocimiento al trabajo que no sólo yo, sino muchas personas detrás de mí en la Fundación Omacha hemos estado haciendo durante los últimos 30 años. Soy el primer latino que me lo dan, entonces también hay mucha alegría en todos los latinoamericanos y trato de estar de alguna manera representando a todos estos grandes investigadores que tenemos en Sudamérica.
¿De qué se trata Expedición Perpetuo Planeta Amazonas?
Tenemos siete equipos de trabajo de latinoamericanos y estadounidenses trabajando desde los Andes hasta la desembocadura del río Amazonas en el Atlántico, tratando de generar historias positivas en medio de esta crisis amazónica, donde cada día son malas noticias. La deforestación está aumentando, la contaminación por mercurio es implacable, necesitamos conectarnos y dar voz a las comunidades locales donde están sucediendo cosas positivas.
Como Explorador del Año, sin duda has explorado algunos de los lugares más increíbles e inexplorados de este país. ¿Qué ha sido lo más sorprendente que has visto en estos viajes por el Amazonas?
Fui parte de ese equipo que ayudó a nominar a Chiribiquete como Patrimonio Mundial Mixto ante la UNESCO y es un sitio increíble. Es el corazón de la Amazonía, es nuestra área protegida más grande, hay más de 4 millones de hectáreas y ahí tenemos pueblos indígenas en aislamiento voluntario, hay unos registros pictográficos muy importantes en esta zona que tienen más de 70.000 años. Quizás sea uno de los lugares donde aún podríamos tener condiciones prístinas de la Amazonía, ya que en muchas partes están fuertemente intervenidas.
Y de todos esos lugares, además de Chiribiquete, ¿cuál sería el de más difícil acceso?
Por ejemplo, cuando se firmó el acuerdo de paz en Colombia, entramos al río Guaviare, que llevábamos años intentando cruzar. Y empezamos a recorrerlo 6 horas después de la firma del acuerdo de paz y dos días después se nos acercó el Frente Primero de las FARC, que no se había desmovilizado. Fue un momento complejo y te preguntaron qué haces aquí y les dijimos ‘estamos estudiando el río y los delfines’. Ellos ya lo sabían así que dijeron ‘ah, ustedes son los científicos, no hay problema, sigan adelante’.
Pero digamos que hacer investigaciones y expediciones en un país complejo como Colombia es difícil porque te encuentras con actores armados. Lo importante ahí es contar siempre con el apoyo y apoyo de las comunidades locales que de alguna manera hablan por nosotros y nos han abierto las puertas a lugares complejos.
¿Cuál ha sido el mayor descubrimiento que has encontrado en estas expediciones?
Había un delfín gris amazónico que se creía que era una forma diferente del marino y con la profesora Susana Caballero se separaron y se convirtieron en dos especies diferentes. Ahora hay dos especies en el Orinoco y sospechamos que puede haber una especie diferente en el río Caquetá. También tenemos sospechas de que pueda haber algo interesante allí y en el brazo de Casiquiare, que es ese sitio remoto donde se conectan el Orinoco y el Amazonas. Tomamos muestras y lo estamos evaluando con el gobierno de Venezuela.
Entonces hay cosas interesantes allí, los descubrimientos siempre están ahí, hay que tener mucha curiosidad. Algo que pasó por ejemplo con el Instituto Humboldt y la Universidad de los Andes fue que Corpoamazonia empezó a denunciar tráfico de tortugas en Leticia y confiscó muchas tortugas. Nosotros estábamos muy interesados en saber de dónde venían estas tortugas, entonces comenzaron a hacer estudios genéticos y se descubrió que las tortugas eran del Orinoco y los traficantes las llevaban a Leticia para cruzarlas a Perú, donde la exportación de tortugas es legal. A raíz de esta problemática de tráfico de vida silvestre se describió una nueva especie de tortuga para la Orinoquía. Por eso hay que tener mucha curiosidad y estar muy pendiente de todo lo que sucede a tu alrededor.
Más allá de la visión de un explorador y científico, con los ojos de un turista, ¿cuáles son esos lugares que todo colombiano debería visitar?
También puedes ver delfines, por ejemplo, en San José del Guaviare o en las confluencias de los Manacacías en el Meta, o en Puerto Carreño, que está en la frontera con Venezuela. En el departamento de Vichada donde realmente hay un espectáculo con delfines, se pueden observar nutrias gigantes, manatíes y águilas. Es increíble, es un lugar maravilloso.
¿Qué tan complejo es Puerto Nariño como destino?
Fíjate que no es tan complejo ni tan difícil. Puerto Nariño es un destino muy tranquilo, con buenas posadas y hoteles. La comida es extraordinaria, reciben muchos turistas europeos que vienen por 4 días y deciden quedarse dos o tres meses porque se enamoran del lugar. En el Río Orinoco podrás encontrar diferentes lugares donde desconectar. Básicamente es turismo fluvial, se mueven por el río, hay gente que va a pescar, hay gente que va a observar delfines o aves. Colombia en ese sentido es un país privilegiado donde tenemos muchas especies y donde todavía, a pesar de todo, tenemos ecosistemas maravillosos que aún podemos disfrutar.
¿Por qué es importante que conservemos estas áreas?
Todos dependemos del Amazonas. El Amazonas es el estabilizador climático de este planeta, es proveedor de agua. ¿Por qué tenemos racionamiento en Bogotá? Nuestros embalses se han estado secando y ¿de dónde viene esa agua? Del Amazonas. La Amazonía es un ecosistema crítico para todos nosotros, incluso si estamos lejos. Es muy triste que los colombianos estemos lejos de la Amazonía porque el 42% del territorio nacional corresponde a la Amazonía, entonces deberíamos tratar de acercarnos a esta región.
EDWIN CAICEDO | EDITOR DE MEDIO AMBIENTE
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