Cuba. Presión total, para asfixiar a un pueblo (II) – .

Cuba. Presión total, para asfixiar a un pueblo (II) – .
Cuba. Presión total, para asfixiar a un pueblo (II) – .

Por José Luis Méndez Méndez. Resumen latinoamericano, 23 de mayo de 2024.

Incitar al terrorismo como parte de la política de “presión total”, para causar miedo en la población cubana, dañar y debilitar su afectada economía, intimidar a turistas, viajeros e inversionistas, así como obstaculizar el normal funcionamiento de sus embajadas y presentar a La Isla como un País inseguro son algunos de los objetivos de la actual administración demócrata en Estados Unidos, que tolera las acciones de grupos que abogan por la violencia para lograr sus objetivos.
Realizar acciones que den confianza a los violentos, el 25 de junio de 2021, a pocos meses de asumir la presidencia y con su anuencia, Joseph Biden, permitió la liberación del terrorista Eduardo Arocena Pérez, fundador del grupo terrorista Omega-7, ejecutor de más de sesenta actos de terrorismo dentro y fuera de Estados Unidos. Grupo calificado por las autoridades locales como el más letal entre 1977 y 1982, sólo superado por la llamada Liga de Defensa Judía.
Creado el 11 de septiembre de 1974, en saludo e inspiración del golpe fascista en Chile, un año antes, fue desmantelado sólo diez años después, cuando ya había asesinado al diplomático cubano en la ONU Félix García Rodríguez, el 11 de septiembre de 1980. En cada aniversario colocaron bombas contra la sede cubana de esa organización internacional con sede en la ciudad de Nueva York, también asesinó a emigrantes cubanos, recibió contratos del crimen organizado neoyorquino para eliminar enemigos, al grado que en el prolongado juicio, el actor Rudolph. “Rudy” Guliani, ahora abogado del cojo candidato presidencial republicano, y luego fiscal del Distrito Sur de Nueva York, declaró que era tan criminal que no podía invocarse a su favor ser un “luchador por la libertad” para Cuba. . .
Su liberación promovida por el senador Joe Lieberman, quien recibió a la esposa del terrorista confeso y prometió organizar su liberación, y por Robert Bob Menéndez, quien en 1987, cuando era alcalde de Union City, Nueva Jersey, un reservorio de emigrantes cubanos, Fue el encargado de recaudar fondos para la defensa jurídica del delincuente liberado.
El corrupto Menéndez, ahora procesado por diversos delitos ajenos a la política, fue financiado por terroristas de origen cubano, como Arnaldo Monzón Plascencia, quienes lo hicieron ascender mediante donaciones en sus aspiraciones legislativas.
Este estilo de liberar a los terroristas de origen cubano de los demócratas no es nuevo, afirmó el ex presidente Barack Obama, después de más de siete años de audiencias de acusación contra el agente de la CIA, Luis Posada Carriles, que gastó en abril decenas de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses. El 8 de enero de 2011 fue declarado inocente de los cargos presentados por la fiscalía y puesto en libertad sin restricciones, continuó con sus actividades violentas hasta su muerte en 2018.
Ahora la justicia, bajo la actual administración, ha liberado al “temporalmente loco” Alexander Alazo Baró, un emigrado cubano, que puede volver a cometer delitos y que, al ser liberado, constituye una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y otros países.
Este gesto de apoyo ha enviado un claro mensaje a los promotores de la violencia entre los emigrados cubanos sobre el apoyo esperado en las próximas elecciones presidenciales, con dinero y votos de electores de origen cubano. Es una patente lista para ser utilizada en nuevos intentos, se exhibe la forma de hacerlo, para invocar la “locura temporal”.
Es un insulto abordar estos casos de apoyo a sus terroristas e incluir a Cuba, en la infame lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, arma utilizada en la política de “presión total”, como instrumento de presión en la política unilateral. sistema de medidas coercitivas. contra Cuba, lo cual no es nuevo. Recuerde que antes de existir como nación, que hoy conocemos, el deseo de apoderarse de Cuba ya había sido tema de reflexión y acción de políticos y militares del lado vecino, por diferentes motivos y pretextos, posición geográfica, utilidad y beneficio. . diverso. Se lo disputaron con Napoleón Bonaparte; En su época Thomas Jefferson, consumado esclavista y James Madison, intentaron conseguirlo.
Mientras que el general Nelson Miles, filibustero al frente de la conquista de la fruta madura en 1897, recibió órdenes precisas e inquebrantables similares a lo que hoy conocemos en la era actual como “presión total”. Washington ordenó: “Habrá que intensificar el bloqueo contra Cuba, para que el hambre y la peste, sus constantes compañeras, diezmen a la población pacífica”. Así, el entonces imberbe imperialismo quiso anexarse ​​la Isla, cuando la infantil Miami no cumplía un año de su fundación, hecho ocurrido el 28 de julio de 1896.
Como corolario de esta política sistemática de “presión total”, ahora invocada, pero tan antigua como la propia nación estadounidense, contra su isla vecina, está la visión de Lester D. Mallory, entonces Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos. , en un memorando fechado el 6 de abril de 1960 y desclasificado en 1991, propuso una acción que parecía diseñada para todos los tiempos de agresión de las sucesivas administraciones estadounidenses contra Cuba: “emplear todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que , siempre que sea lo más hábil y discreta posible, logra los mayores avances en privar a Cuba de dinero y suministros, para reducir sus recursos financieros y salarios reales, provocar el hambre, la desesperación y el derrocamiento del Gobierno. Nada mejor diseñado para asfixiar a un pueblo, convertido en meros daños colaterales para lograr sus fallidos propósitos. En el diseño de Mallory se perciben ciertos pálidos escrúpulos, eliminados por la actual administración demócrata y las que la precedieron. El candidato criminal Donald Trump aportó 243 medidas aún vigentes y Joseph Biden sumó algo de su talento imperial en acción.
El terrorismo de Estado se aplica no sólo contra Cuba, sino extraterritorialmente a ciudadanos e intereses de decenas de países, a través de la vigente Ley Helms-Burton, en todos sus capítulos. Multas millonarias, presiones, amenazas individualizadas y masivas. Recuerde que el llamado ESTA (Sistema Electrónico de Autorización de Viaje), desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, existen restricciones en este programa para los ciudadanos españoles que hayan visitado Cuba desde el 21 de enero de 2021, al día siguiente de asumir el cargo. el demócrata. Si tienes doble ciudadanía cubana-española no podrás solicitar, como hasta ahora, el sistema antes mencionado, desde entonces hay que solicitar una visa, las más sugeridas son la B1 y la B2, que requieren una larga espera. Así, Biden ha impedido que cientos de miles de cubanos de origen español viajen para visitar a familiares residentes en Estados Unidos, un capricho de presión.
El solicitante ha permitido más, ha aterrorizado a más de 300.000 ciudadanos europeos, que han visitado Cuba, para poder entrar a Estados Unidos, desconociendo los derechos humanos, la libertad de viajar, conviene recordar que a los ciudadanos americanos se les prohíbe viajar a Cuba, para visitarla como turista con el pretexto de que sus gastos en la Isla le dan “oxígeno” al “régimen”. Es un horror para quienes afirman falsamente tener una “democracia” perfecta y ser defensores de derechos a imitar. Continuará…

Escritor y profesor universitario. Es autor, entre otros, de los libros “Bajo las alas del Cóndor”, “Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: PL.

 
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