Cuando el mal acecha, la película argentina que ganó en Sitges y fue un fenómeno de taquilla tras su estreno

Cuando el mal acecha, la película argentina que ganó en Sitges y fue un fenómeno de taquilla tras su estreno
Cuando el mal acecha, la película argentina que ganó en Sitges y fue un fenómeno de taquilla tras su estreno

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Por primera vez en su historia, una película latinoamericana ganó el máximo galardón en el 56ª edición del Festival de Sitgesla plaza de festivales más importante de cine de terror y fantástico. Cuando el mal acechadel argentino Demián Rugna, que desde entonces ha cosechado un éxito en festivales de Toronto y Los Ángeles, se ha convertido en un triunfo para la distribuidora especializada Shudder, y ha tenido una sólida trayectoria comercial en nuestro país (donde fue vista hasta ayer por 300.659 espectadores), llegará el 14 de junio a Netflix.

Cuando el mal acecha Recoge la tradición del terror rural, la leyenda del “encarnado”, un cine de exorcismos sin cruces ni agua bendita que compite con lo mejor del terror contemporáneo. Un cine genuino, ajeno a las pretensiones de “horror elevado” y también a las condiciones de las plataformas. Un terror que hunde sus raíces en nuestros miedos ancestrales, en la tradición de los cuentos crueles de Horacio Quiroga, en lo más profundo de una historia que aún se escribe.

Demián Rugna no es un nombre nuevo para el terror. Su figura surgió con el éxito de Aterrorizado (2017) y desde entonces se convirtió en un referente del terror local. Aterrorizado – hoy disponible en Netflix – fue una sorpresa para el público, un éxito en su distribución internacional y un giro auspicioso para la carrera de su director. Pero la carrera de Rugna comenzó hace mucho tiempo, como espectador obsesivo del cine de terror de los 80, como creador de cortometrajes prometedores en los años 2000, como primer largometraje en 2007 con La última puerta de entrada –estrenada en el Rojo Sangre de Buenos Aires y luego directa a DVD-, y luego codirigida con Fabián Forte ¡Maldita sea! (2011). Una carrera anclada en el terror, explorando sus diversos contornos, haciendo un lugar para el género en una cinematografía reacia a esa tradición. Aterrorizado Cambió el escenario: una película austera, una pequeña historia, un triunfo de magnitud para Rugna. Ahora, qué tienes Cuando el mal acecha que ha conseguido causar sensación en Sitges y ha ido cosechando elogios en todas las ciudades en las que se estrena?

Cuando el mal acecha es muy diferente de Aterrorizado“, reveló Demián Rugna en diálogo con LA NACIÓN antes del estreno de la película. “Aterrorizado Se trata de una película urbana, contenida, rodada con bajo presupuesto en una única localización. Cuando el mal acecha, por otro lado, rompe con la estructura de mis películas anteriores: está ambientada en el campo, con muchas escenas al aire libre, con mayor riesgo técnico y artístico. Para mí la intención siempre fue hacer una película sobre exorcismos pero sin exorcismos y sin la religión como salida.”. La referencia a la posesión es una clave que recorre la película, pero evitando no sólo la iconografía religiosa fundada por el clásico de William Friedkin, El exorcista, pero también recopilando todo un universo de mitos populares, tradiciones orales y literatura nacional. La referencia a los cuentos crueles de Hora Quiroga permea la definición del poseído como “el encarnado”, un hombre supurante y maloliente que esconde la huella del diablo en esa pecaminosa enfermedad.

El actor Ezequiel Agustín Rodríguez y el director Demián Rugna, en la presentación en el Festival de Sitges de ‘Cuando el mal acecha’, el pasado mes de octubre, donde consiguieron el premio mayorPRENSA EUROPA – PRENSA EUROPA

“La idea de la película tuvo varios orígenes”, continúa Rugna. Primero, mi mudanza fuera de la ciudad, a la región de Brandsen, luego la experiencia cotidiana de esas extensiones de campo, con sus ranchitos aislados y las historias que podrían surgir en torno al desamparo y la soledad. También existen enfermedades propias de estas regiones, derivadas del efecto de los pesticidas. Entonces Empecé a pensar en el drama de una familia muy pobre que vive usurpando un campo, que trabaja para un ganadero que los explota, y ante la enfermedad deben arreglárselas lo mejor que pueden. Podría albergar una historia de terror allí, en medio de la nada, donde a nadie le importa esa familia hasta que empieza a afectar al resto de habitantes del lugar.”. La historia de la película comienza con unos planos nocturnos, un extraño revuelo en el campo, una investigación incierta para los hermanos Pedro (Ezequiel Rodríguez) y Jimi (Demián Salomón). A la mañana siguiente salen a inspeccionar el campo con los perros y las pistas del horror se acumulan: un hombre mutilado, un extraño aparato para curar, las señales del rancho de María Elena. Allí, en un lugar apartado, se encuentra “Ulises”, el embichadouna verdadera encarnación de lo que está por venir.

La propuesta de Rugna está establecida desde el principio, y eso es lo que ha asombrado a espectadores de todo el mundo. Ante los caprichos del “horror elevado” del presente, una suerte de coraza del género que esconde mayores pretensiones, asuntos de agenda pública y ambiciones de prestigio, El cine de Rugna es visceral, un terror directo y salvaje, una mirada cruda que no escatima en emociones para el espectador. “Quería hacer una película de terror, algo genuino, que le diera al espectador un viaje de sensaciones que no tendrá con una película de otro género”, confiesa el director. “Evidentemente, la realidad argentina y latinoamericana pasa por mí, hecho que se percibe a través del abordaje de problemas como la pobreza, la desigualdad, el egoísmo y la discriminación. Pero no es una película de denuncia.”. La película asume riesgos temáticos y se distancia de los vínculos de la corrección política, evitando el concepto de “producto” que domina hoy el cine comercial y, al mismo tiempo, asumiendo desafíos técnicos y artísticos que revelan una libertad envidiable. .

“No quería hacer una película de algoritmos, similar a lo que puebla todas las plataformas. Me alegra mucho que una película cuya identidad es claramente argentina esté en las salas de cine del mundo, de Europa, de Estados Unidos, sin pretender homogeneizar el lenguaje ni borrar marcas de nuestra idiosincrasia.”, añade el director. El triunfo en un festival como Sitges corona un camino que Rugna lleva construyendo más de una década. “Esta película me dio la oportunidad de ser el director que siempre quise ser”, confirma, “sobre todo por el reconocimiento y porque ahora puedo elegir lo que quiero hacer con los medios suficientes. Antes lo hacía pero con restricciones presupuestarias y técnicas, haciéndome cargo de todo. En la película que filmé justo antes Aterrorizado, No sabes con quién estás hablando (2016), hice toda la postproducción, el sonido DFX, el guión, la dirección”. La vocación artesanal de Rugna no es nueva en el cine de terror argentino, género que le llevó el mismo tiempo que el director de Aterrorizado convencer a los espectadores de la importancia del apoyo en las salas.

“Llevamos veinte años sin estrenar una película de terror argentina en salas comerciales. De alguien te esta mirando (1988) [de Gustavo Cova y Horacio Maldonado]hasta visitante de invierno (2008) de Sergio Esquenazi. En aquella época, el público todavía llenaba las salas para ver películas de terror de Hollywood, a veces no demasiado buenas. Pero en el propio cine siempre hay mayores prejuicios, mayores exigencias. También es cierto que los temas que abordó el cine nacional, especialmente desde la generación de los 60 y durante el Nuevo Cine Argentino de los 90, están vinculados al cine social y al cine de autor, y no tanto al de género. El género necesita mayor presupuesto y cuando se hace con pocos recursos es un fracaso. Y una mala película de género te expone al ridículo.”, explica el director.

Sus influencias se remontan a su adolescencia, al cine. asesino desde los años 80 –John Carpenter, Sam Raimi-, hasta los italianos de los giallo como Argento, Bava o Fulci, cuyas marcas se pueden rastrear en Cuando el mal acecha-, sino también a las películas de Tarantino, Scorsese y especialmente al inglés Clive Barker, director de recaudador del infierno (1987). “Barker es escritor y sus libros son muy originales para el género, siempre me ha motivado a intentar encontrar una manera de sortear ese imaginario. Hoy en día no veo demasiado terror contemporáneo, veo todo tipo de cine. En mi niñez y adolescencia sí vi todas las películas de terror que había, era un gran admirador. Pero siempre me pareció una relación de amor-odio, ya que es un cine de entretenimiento y comercial y muchas veces está dictado por esas búsquedas, traicionando su espíritu transgresor”.

Fueron varios los motivos que estimularon el estreno del cine de terror argentino en los últimos años, los mismos que crearon un público propio que hoy explica el triunfo de Rugna en Sitges. “En primer lugar, el apoyo del Incaa, que durante mucho tiempo consideró el cine de terror como un cine marginal, casi pornográfico. Luego, festivales de cine –no sólo de Sitges, sino también el local Rojo Sangre de Buenos Aires– que invitan y programan estas películas, abriendo una vena comercial que antes no existía. El avance de la tecnología ha permitido realizar películas de mejor calidad con menos recursos. Todo esto contribuyó a formar un público que va al cine, recomienda las películas y está convencido cada día de que también podemos hacer buenas películas de terror. El premio en Sitges es prueba de ello, es una buena noticia para nuestro cine, para nuestra industria. Y por eso lo que más me emocionó fue la alegría que sentí al venir de Argentina. “Esa celebración me dio una de las sensaciones más hermosas de mi vida como cineasta”.

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