Al filo de la medianoche, el periodista Fernando Primero Climent publicó un vídeo en el que El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, reconoce en un control de tráfico que no llevaba consigo el permiso de conducir y además había bebido alcohola pesar de la ley de tolerancia cero sobre alcohol en sangre que rige en la provincia.
“Monseñor Cargnello, recientemente declarado culpable de violencia, fue encontrado sin licencia y admitiendo haber bebido. Lo llamativo es que el personal que realizaba el control lo dejó irse”, dijo el periodista en su perfil de Facebook.
“No traje” el permiso de conducir, reconoce el arzobispo en el vídeo. Agrega que fue a cenar con unos amigos, “y bebí”. “¿Tomaste algo de beber?” pregunta uno de los uniformados encargado del control: “sí, sí, estuve en una cena. No puedo negarlo, ¿qué quieres que te diga?”, admite Cargnello. El agente finaliza el incidente con una recomendación: “Está bien, váyase, monseñor. Evitemos eso, monseñor”.
La difusión del vídeo generó anoche gran interés. El arzobispo ha tenido mucha exposición pública desde que monjas del Convento de San Bernardo, que pertenecen a la orden de las Carmelitas Descalzas, lo denunciaron por actos de violencia de género. En el marco de ese caso, a principios de abril el juez Carolina Cáceres Moreno consideró probados estos hechos, ratificó la prohibición de acercarse a las monjas que ya pesaba sobre Cargnello, ordenó que se sometiera a tratamiento psicológico y recibiera formación en cuestiones de género.
Las carmelitas descalzas “han sufrido actos de violencia de género en el ámbito institucional de tipo religioso, físico, psicológico y económico, por un período de más de 20 años“dijo el juez en la resolución que también recoge la sacerdote Lucio Ajaya, obispo emérito Martín de Elizalde y vicario judicial Loyola Pinto y de Sancristóvallo cual también había sido denunciado por las monjas.
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