El Gobierno del Atlántico desplegó acciones ante los estragos causados por las recientes precipitaciones en el Municipio de Usiacuri.
(Además: ¡Ojo! La millonaria multa a quienes sean sorprendidos tirando basura en calles de Barranquilla)
El pasado sábado, un aguacero provocó filtraciones que provocaron el derrumbe de una esquina del atrio del Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
“Estamos brindando total colaboración con asistencia y apoyo adicional como una respuesta positiva a los feligreses y al municipio de Usiacurí en general. Nuestro equipo de secretarias realizó la evaluación de los daños y se estableció un cronograma de reparación de la estructura del atrio”, afirmó. el gobernador del Atlántico Eduardo Verano.
Las obras en la iglesia.
“El problema ahora se está corrigiendo, el Gobierno lo está haciendo colocando un muro de contención y la idea es sellar todas las infiltraciones que se produzcan en la masa de suelo para evitar la inestabilidad del talud”, explicó Charris.
Padre Emigdio Cantillopárroco municipal, elogió la prontitud con la que se atendió la emergencia y se redujeron los riesgos en la zona afectada.
“La comunidad religiosa y en general agradece todos los esfuerzos del Gobierno para devolver el atrio en óptimas condiciones, para que lo más pronto posible todo vuelva a la normalidad en las instalaciones de la iglesia”, dijo.
(Lea: Revelan impactante video del asesinato de comerciante en Soledad: sería por extorsión)
Los trabajos de reparación y mantenimiento, que incluyeron la delimitación de la zona de peligro, la retirada de estructuras inestables y la construcción de una plantilla para evitar fugas de agua, se están llevando a cabo con rigor. También está previsto apuntalar los muros afectados e instalar sistemas de drenaje adecuados para afrontar futuras contingencias.
Un municipio de paz
Usiacuri no necesita grandes acontecimientos para trascender; al contrario, su condición de remanso de paz, la calidad de su artesanía, la belleza de sus paisajes son el patrimonio que miles de turistas llegan a conocer.
A lo largo del camino no hay huecos ni basura como en otros pueblos cercanos.
Se nota el orden en las casas y calles. Es imposible no sentir una fascinación instantánea por esta tierra, cuya topografía la convierte en un auténtico pesebre viviente, el auténtico ‘Belén’ del Atlántico.
BARRANQUILLA