Alexis se harta y exige jugar

El Inter estrenó su título de la Serie A con una victoria sobre el Torino. Un 2-0 sin mayores sorpresas le permitió sumar 89 puntos (ya aventajaba en 19 unidades al Milan, su segundo y archirrival) y festejar con los suyos en un Giuseppe Meazza abarrotado y colorido. Alexis Sánchez fue parte de la fiesta.

La primera parte fue muy discreta. Salvo un disparo de Ricardo Rodríguez y el atrevimiento de Duván Zapata, Inter y Torino decepcionaron. El plantel local ya tenía asegurada la corona y salió al campo con cierta relajación. Simone Inzaghi, su entrenador, también lo demostró: en los primeros minutos, incluso se tomó tiempo para saltar y cantar, motivado por los ánimos de la afición.

Además, el rumbo del partido cambió con la expulsión de Adrien Tamèze en Torino. Al 49′, el volante derribó a Henrikh Mkhitaryan en la entrada del área, vio la tarjeta roja y el Inter despertó. Así, apenas cinco minutos después, Hakan Çalhanoğlu abrió la cuenta con un zurdazo y luego, al 60′, marcó su doblete de penal. Ahí se definió la historia.

Tras el segundo gol del turco, Alexis Sánchez pidió entrar al campo. El chileno abrió los brazos e hizo un gesto con las manos preguntando a Inzaghi qué pasaba con los cambios. Es un fiel reflejo de lo que ha sido la temporada para ‘Maravilla’, que ha asumido un papel secundario en la plantilla.

Inzaghi, por su parte, se dio cuenta de la preocupación de Alexis y rápidamente lo mandó al campo. Fueron 28 minutos para el Tocopillano, mostrando mucha movilidad y asociándose con los delanteros. Ahora, en las últimas cuatro jornadas de la Serie A, Sánchez buscará tener más acción y luego deberá aclarar su futuro. En el Inter, al menos, no tendrá el protagonismo que necesita.